La nueva ley, ya acordada con los ministros de la UE, actualiza las autoridades europeas de supervisión financiera de la UE establecidas en 2010.

Gracias a esta reforma, los consumidores, inversores y empresas europeos se beneficiarán de mercados financieros más seguros e integrado, un elemento esencial para completar la Unión bancaria y la Unión de los mercados de capital, claves a su vez para un mercado único sólido. También incluye disposiciones para promover productos financieros que apoyan iniciativas ambientales, sociales y de buen gobierno.