El storytelling es uno de los términos que más se ha utilizado en los últimos años en el mundo del marketing y la creación de contenidos, pero realmente ¿qué es? Y qué se debe tener en cuenta para que sea útil.

El arte de contar historias es la forma en que los seres humanos se relacionan entre sí, y la forma en que una empresa se relaciona con sus clientes y públicos objetivos. Cada contenido de marketing creado está destinado a construir y fortalecer aún más las relaciones con los clientes. Por ello, Madzuli Agency destaca los cinco consejos para desarrollar una buena estrategia de storytelling:

  • Define tu audiencia. La primera tarea por realizar es investigar sobre el público objetivo. Averigua cómo piensa, cuáles son sus intereses, preocupaciones, miedos, anhelos, aspiraciones y necesidades en este momento. De esta manera podrás afinar el argumento de tu historia para captar su interés y empatizar con tu audiencia.
  • Las buenas historias son sobre desafíos o conflictos. Sin estos elementos, las historias no son muy interesantes, deben transmitir un mensaje y una evolución del personaje al principio y al final del relato. Comienza con una persona y su misión, e intensifica el interés añadiendo descripciones de tiempo, lugar y emociones que intervienen durante la narración. La historia tiene que tener una introducción, nudo y desenlace. El final es el punto más importante. Este es el mensaje que se debe transmitir, y el que perdurará entre el público objetivo. nada ponte a investigar sobre el público objetivo con el que quieres conectar.
  • Determina qué tipo de héroe encarnara los valores de la marca. Identifica con qué valores la marca es percibida y represéntalos a lo largo del camino que recorre tu personaje para alcanzar su objetivo. Así te será más fácil saber qué ideas y valores representar en el relato. Toda historia ha de tener como mínimo un personaje para que nos importe lo que sucede en el relato que se nos plantea. No muestres a tu empresa o marca como protagonista de la historia sino como parte del contexto donde tiene lugar el relato. El protagonista debe ser un personaje anónimo con el que el público pueda empatizar.
  • Intensificar la historia con lenguaje emocional. Utiliza metáforas, modismos y parábolas que tengan asociaciones emocionales. Plantea la resolución de la historia de forma que la percepción y asociación de la marca con esa narración sea positiva. Cuanto más vulnerable parezca, más humano resultará. Es decir, tendemos a sentir mayor conexión emocional con personajes anónimos cuyas luchas o misiones revelan su verdadera autenticidad en torno a temas que nos resultan conocidos por experiencia propia como el amor, la esperanza, el miedo, la aventura, el esfuerzo o la lucha por los sueños.
  • El héroe no es la marca. Las historias enseñan. El storytelling es la manera más efectiva de transmitir valores que se identifiquen con sus clientes. Pero se suele caer en el error de posicionar a la marca como eje central del relato, olvidando a la audiencia. El público objetivo es el héroe, que a través del vinculo con la marca logra solucionar su problema o inquietud.