La producción de hormigón preparado en España alcanzó en diciembre de 2018 los 22,2 millones de metros cúbicos, 2,4 millones más que el año anterior, lo que representa un aumento del 12,4% “pese a que la sensación extendida en el sector era de una mayor ralentización del crecimiento”, explica Carlos Peraita, director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Hormigón Preparado (Anefhop).

Según su último informe estadístico, la producción de hormigón preparado ascendió en el cuarto, y último, trimestre del año a 5,5 millones de metros cúbicos, un 6,4% más que en el mismo periodo del año anterior. Según Peraita “cabe destacar un buen comportamiento generalizado de la demanda frente a las previsiones que veníamos haciendo desde mitad de año 2018”.

El dato de crecimiento del 2017, 15,9%, parecía fuera de todo alcance en el 2018, pues la sensación extendida entre los empresarios era de ralentización del crecimiento; algo que, por otro lado, también coincidía con los datos obtenidos cada trimestre. Así, en la Asamblea General, que celebró Anefhop en octubre 2017 con motivo de su 50 aniversario, se presentó una cifra probable de crecimiento de la producción del 10%. Los datos macroeconómicos de los que disponía la Asociación, también apuntaban en esa dirección, con ajustes a la baja de los crecimientos por países, tanto del Banco Central Europeo como del Fondo Monetario Internacional.

Se mantienen como mayores comunidades autónomas productoras de hormigón, Cataluña (3,9 millones de metros cúbicos), Andalucía (3,0 millones de metros cúbicos) y Madrid (2,8 millones de metros cúbicos). Los incrementos mayores se producen en Baleares (34,7%), Navarra (30,8 %) y La Rioja (25,9%); si bien estos porcentajes no son muy significativos, debido a que sus niveles de consumo son bajos y cualquier variación supone un incremento grande en porcentaje. Destacan, también, las bajadas de Murcia y Extremadura, únicas comunidades autónomas que reducen su producción en 2018, debido a su bajo nivel de actividad. El mayor impulso de la inversión privada hace que ésta se encuentre muy localizada en los grandes centros de negocio como Madrid y Cataluña y, por lo que se hace necesaria un mayor protagonismo de la inversión pública para poder reactivar la producción en zonas de menor desarrollo.

Para el año 2019 se espera que el crecimiento siga bajando su ritmo sobre el actual, según Peraita. “Por un lado, la perspectiva económica no parece muy favorable cuando hay organismos que hablan ya de la siguiente recesión. Esto puede hacer que el nuevo Gobierno de España tampoco se aventure a afrontar todas las obras necesarias que estamos demandando, tanto de obra nueva como de mantenimiento de infraestructuras. Sin embargo, hay un halo de optimismo, pues ahora mismo existe una gran diferencia entre las licitaciones y las ejecuciones, por lo que, si se procede a la ejecución, tendríamos oxígeno para un crecimiento razonable”, explica el director general de Anefhop.