El desempleo de larga duración se ha ido reduciendo durante los últimos años en el conjunto de países de la UE-28. El promedio europeo ha pasado de un 5,1% en 2013 a un 2,9% en 2018, según un informe publicado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE).

La gran mayoría de países miembros de la Unión Europea se sitúan ya claramente por debajo de la media, con cifras que en muchos casos apenas superan el 1%. Grecia sigue contando con la mayor tasa de paro de larga duración con un 13,6%. En segundo lugar figura España.

A pesar del descenso notable que ha registrado nuestra tasa de paro de larga duración, todavía estamos en un 6,4% en 2018, una cifra que es más del doble que la media europea. Italia alcanza un 6,2%, mientras que Francia baja a un 3,8% y Portugal a un 3,1%. Bélgica se queda justo en el promedio del 2,9%.

Por debajo de la media se sitúan dieciocho países de la UE-28. En Irlanda, la tasa de paro de larga duración se sitúa en el 2,1% y alcanza un 1,6% en Finlandia. Alemania, los Países Bajos, Austria, Luxemburgo y Hungría comparten un 1,4%. Suecia registra un 1,2%, al tiempo que Dinamarca, Malta y el Reino Unido cuentan con una tasa del 1,1%. Cierran la clasificación Polonia (1,0%) y la República Checa (0,7%).