“¡Amiga hormiga! ¿No te cansas de tanto trabajar? Descansa un rato conmigo mientras canto algo para ti”, le decía la cigarra a la hormiga. Y la hormiga le respondía, mientras transportaba el grano, atareada: “Mejor harías en recoger provisiones para el invierno y dejarte de tanta holgazanería”. ¿Lo recuerdas? Es un fragmento de la fábula de la cigarra y la hormiga cuya moraleja es valorar el esfuerzo y el trabajo que hacemos pues llegarán tiempos en que podamos necesitar grano o recursos para nuestro consumo y las fuerzas puedan ser distintas a las actuales, tengamos un entorno diferente o un imprevisto nos haga estar donde no pensábamos.

Pues bien, hace unos meses el Instituto Nacional de Estadística publicó el siguiente trabajo: ‘The ESA 2010 pension table: An integrated view on the functioning of pension systems in Spain’ (Working Papers 01/2019). Este trabajo está enmarcado en un proyecto europeo que persigue harmonizar información de los Estados miembros para disponer de datos homogéneos sobre sus sistemas de pensiones. Los datos obtenidos para España a finales de 2015 son los siguientes: el Estado español acumula unos compromisos de pago por pensiones de 3,102 billones de euros, con un incremento del 5% respecto al ejercicio anterior. Es un dato similar a tres veces lo que factura España en un año, tres veces su Producto Interior Bruto (PIB).

Los autores del informe han elaborado la “tabla de pensiones” que “les permite ver la evolución de stock de derechos de pensiones y los flujos que motivan sus variaciones”. Podrán introducir los futuros cambios y reformas en el sistema de pensiones y proyectar los resultados. Por el momento, la cifra puede llamarnos la atención.

Sin embargo, hoy quiero reflexionar contigo sobre la moraleja de la fábula, es decir, del valor del esfuerzo y del trabajo en el terreno de la gestión patrimonial. El por qué es sencillo: el sacrificio de generar y acumular ahorro no basta de por sí. Hay que ponerlo a trabajar en nuestro beneficio y poder obtener la recompensa acorde a nuestras necesidades, nuestros objetivos y en el tiempo adecuado, nuestro horizonte temporal.

Acumular grano para pasar un invierno tranquilo y con las provisiones adecuadas ya no es suficiente, no solo porque la silenciosa inflación nos va mermando el grano, es decir, nuestro patrimonio, sino también porque estamos en un entorno de incertidumbre y tipos de interés tan bajos que no encontramos alternativas para no perder riqueza. Sin embargo, éstas existen.

¿Dónde están? Pregunta, pero antes, permíteme un consejo: pregúntate a ti primero. ¿De qué cantidad dispongo hoy? Y mañana, ¿será la misma? ¿Cambiará alguna circunstancia que hoy puedo prever? ¿Cuánto grano provisiono cada ejercicio? ¿Para qué lo estoy haciendo? ¿Es suficiente? ¿Lo estoy haciendo de la manera más eficiente para mí? ¿Puedo ver los próximos tres inviernos? ¿Y los próximos diez inviernos?

Es un ejercicio que te invito a realizar ya que permite ayudarnos a tomar conciencia de dónde estamos y hacia dónde vamos. Es más, hazlo acompañado de profesionales que se dedican a la Planificación Financiera Personal por el valor añadido que te van a aportar desde el principio: conocimiento y educación financiera, dos variables que disipan el miedo aportando seguridad y tranquilidad.

Así lo hizo uno de los actores principales de la fábula, te invito a construir como la hormiga consciente.

 

Juan Francisco Martín Báñez WEB Juan Francisco Martín Báñez

EFA European Financial Advisor

Asociado EFPA 12099

 

Artículo incluido en el número de mayo de la revista Agenda de la Empresa