El grupo El Corte Inglés cerró su último ejercicio fiscal (del 1 de marzo de 2006 al 28 de febrero de 2007) con un beneficio neto de 712,36 millones de euros, lo que representa un avance del 9,1% sobre un año antes. Ese repunte de las ganancias supuso una aceleración en el ritmo de crecimiento que venía marcando la compañía, ya que el pasado ejercicio el alza de los resultados fue del 6,8%.

Así se desprende de las cuentas aprobadas ayer en la junta de acionistas de la empresa, cuyo presidente, Isidoro Álvarez, subrayó que, en términos generales, "se han cumplido los objetivos de crecimiento, diversificación, rentabilidad y fortalecimiento del alto grado de confianza de la sociedad" en los productos y servicios de la firma.

A ello contribuyó la positiva evolución del negocio, que aumentó un 7,8%, hasta rozar los 17.093 millones de euros. El formato que más aportó a la cuenta de resultados fue el de grandes almacenes, pues generó el 56,7 por ciento de los ingresos (9.690,56 millones) y elevó en un 7% su beneficio, al situarse en 457,71 millones de euros. Esto significa, a juicio de Álvarez, que se trata de "un modelo sólido, muy conocido entre los clientes, con prestigio creciente en los mercados de España y Portugal y con amplias posibilidades de desarrollo".