Los más de 500 repartidores que trabajaban para la compañía Deliveroo en Madrid entre octubre de 2015 -cuando comenzó a operar en España- y junio de 2017 lo hacían como “falsos autónomos”, según el juez encargado del caso, que ha dado así la razón a la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social. La empresa Deliveroo anunció este martes que recurrirá la sentencia que considera a sus repartidores “falsos autónomos” y ha reclamado una reforma legal en España sobre este modelo laboral.