China ha anunciado que sus empresas han suspendido la adquisición de productos agrícolas de origen estadounidense.

Esta decisión se produce tras el anuncio de Donald Trump de nuevos aranceles sobre las exportaciones de China.

La nueva tanda de aranceles, que entrará en vigor el 1 de septiembre, prevé gravar con un 10% a bienes procedentes de China por valor de 300.000 millones de dólares (más de 270.000 millones de euros) que todavía estaban exentos de pagar para entrar en territorio estadounidense; una tasa que se une al arancel del 25% que ya rige sobre los 250.000 millones en exportaciones chinas restantes.