La aventura asiática sigue siendo la gran asignatura pendiente del empresariado español que, en plena era globalizada, no ha logrado escalar la cima de la economía mundial. Según un informe elaborado por Casa Asia al que ha tenido acceso este diario, sólo el 0,5% de la inversión española en el extranjero se dirige a este continente. Del medio millón de compañías europeas afincadas en suelo asiático, sólo unas doscientas proceden de España, lo que sitúa a nuestro país en las últimas posiciones del ranking de economías con presencia en aquel continente. Las razones de este retraso español a la hora de apostar por Asia son varias, aunque los empresarios consultados destacan tres: la insuficiente protección de la propiedad intelectual, la escasa fidelidad de los socios locales y los bajos beneficios que allí se generan.