Con esta iniciativa se pretende incorporar objetivos de sostenibilidad medioambiental en la gestión de reservas por parte de los bancos centrales, en respuesta a la creciente demanda de inversiones respetuosas con el clima.

Los bonos elegibles por el fondo del BPI deben tener una calificación mínima de A- y cumplir con los Principios de Bonos Verdes de la Asociación Internacional del Mercado de Capitales y/o el Estándar de Bonos Climáticos publicado por la Iniciativa de Bonos Climáticos.