Dentro del Día Internacional de Fontanería que se celebra el próximo 11 de marzo, el Centro Español de Información del Cobre (CEDIC) recuerda que el cobre es un material idóneo para el transporte de agua de consumo humano, proporcionando un óptimo confort, un rendimiento duradero y una excelente fiabilidad a lo largo de los años, además de proteger la salud de las personas y ahorrar energía.
Para tener un suministro de agua potable de calidad que no ponga en riesgo nuestra salud y hacer frente a la reducción de los niveles de concentración de plomo permitidos en el agua potable que entrará en vigor a partir de enero de 2014, es esencial la sustitución de las tuberías de plomo en los edificios de viviendas por un material como el cobre que protege la salud de las personas y presenta un rendimiento excelente a largo plazo.
A diferencia de otros materiales, el cobre posee unas propiedades bactericidas, algicidas y fungicidas únicas que, de forma natural, previenen el riesgo de proliferación de agentes patógenos causantes de enfermedades (tales como Legionella o E.coli). Las tuberías de cobre no contienen sustancias artificiales que puedan migrar al agua de consumo humano. El cobre es un elemento natural que se encuentra en alimentos como la leche, los cereales o el chocolate; se trata de un oligoelemento esencial para la salud y todas las personas necesitamos ingerir diariamente pequeñas cantidades de cobre para estar sanos.
Además de por sus propiedades antimicrobianas, el cobre es reconocido como material de referencia en el sector de la rehabilitación y la renovación. Su éxito se basa en sus innumerables ventajas como su durabilidad, su resistencia al fuego, a altas presiones y temperaturas extremas, su rendimiento excepcional en todo tipo de instalaciones, su impermeabilidad al oxígeno o su resistencia a la corrosión, a los rayos ultravioletas y al paso del tiempo.