“El crecimiento este año caerá a su tasa más baja desde principios de la década”

Para la economía mundial, el efecto acumulativo de los conflictos comerciales podría suponer una pérdida de aproximadamente 700.000 millones de dólares para 2020, alrededor del 0,8% del PIB. Así lo ha señalado este martes la nueva directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, quien ha explicado que “esto es aproximadamente el tamaño de toda la economía de Suiza”.

“Es preciso que los países aborden las inquietudes legítimas relacionadas con las prácticas comerciales. Esto significa abordar las subvenciones, así como los derechos de propiedad intelectual y las transferencias de tecnología. También necesitamos un sistema de comercio mundial más moderno, y específicamente liberar plenamente el potencial que ofrecen el comercio de servicios y el comercio electrónico”, ha argumentado.

Georgieva ha apuntado que se prevé que, en 2019, el crecimiento disminuya en casi el 90% del mundo. “La economía mundial se encuentra ahora en un período de desaceleración sincronizada” ha detallado, destacando que “esta desaceleración generalizada significa que el crecimiento este año caerá a su tasa más baja desde principios de la década”.

“La próxima semana publicaremos nuestro informe sobre las Perspectivas de la economía mundial, que mostrará revisiones a la baja para 2019 y 2020”, ha avanzado.

La directora del FMI ha alertado de que “el crecimiento del comercio mundial prácticamente se ha paralizado. En parte debido a las tensiones comerciales, a escala mundial la actividad en el sector de manufacturas y la inversión se han deteriorado sustancialmente. Existe un riesgo grave de que los servicios y el consumo pronto se vean afectados. Y las fracturas se están extendiendo”.

Además, indica que “aun cuando el crecimiento repunte en 2020, las grietas actuales podrían provocar cambios que duren toda una generación: cadenas de suministro rotas, sectores comerciales compartimentados y un «muro de Berlín digital» que fuerce a los países a elegir entre sistemas tecnológicos“.

“Si la desaceleración de la economía mundial es más pronunciada de lo que se prevé, puede ser necesaria una respuesta fiscal coordinada”, ha avanzado. “Nuestras investigaciones muestran que las modificaciones del gasto son más eficaces y tienen un efecto multiplicador cuando los países actúan de forma conjunta. O, dicho de otro modo, si la desaceleración sincronizada empeora, posiblemente deberemos dar una respuesta de política económica sincronizada”.