El flujo de caja operativo aumentó un 22%, hasta alcanzar los 4.074 millones
Repsol obtuvo un beneficio neto de 1.466 millones de euros en los primeros nueve meses del ejercicio, lo que supone un 32% menos frente a los 2.171 millones del mismo periodo del año anterior.
La ausencia de plusvalías, como la proveniente de la venta en 2018 de su participación en Naturgy, y la menor valoración de los inventarios de hidrocarburos debido a la caída de los precios del crudo, tuvieron un efecto comparativo negativo de más de 600 millones respecto al año anterior.
El beneficio neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios de la compañía, se situó en 1.637 millones, frente a los 1.720 millones logrados entre enero y septiembre de 2018.
El flujo de caja operativo aumentó un 22%, hasta alcanzar los 4.074 millones. Para el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, “el robusto desempeño del flujo de caja, en un entorno macroeconómico más débil, muestra la solidez de nuestra estrategia”.
El área de Upstream alcanzó un resultado de 864 millones y continuó con su exitoso desempeño operativo, que tuvo como hitos el mayor descubrimiento en tierra del mundo en lo que llevamos de año, en Indonesia, y la puesta en producción del yacimiento Buckskin (EE. UU.).
El resultado de Downstream se situó en 1.087 millones. El área avanzó en la expansión internacional de su negocio, con la creación de una nueva joint venture para producir y distribuir lubricantes en Asia, e incorporó a su cartera tres proyectos renovables, en una fase inicial de desarrollo, con una capacidad total de 800 MW.