Con foco a que la energía empleada en toda su cadena de suministro sea íntegramente renovable

Inter IKEA (matriz del Grupo) -cuyos representantes participarán con paneles específicos sobre transformación y acción climática- anuncia una inversión mundial de 200 millones de euros hasta 2030 para acelerar en su lucha contra el cambio climático.

Teniendo en cuenta que más de la mitad de la huella climática de Ikea proviene de los materiales de los productos y la producción, los esfuerzos se centrarán en dos ámbitos concretos: el uso de energías íntegramente renovables (electricidad, calefacción y refrigeración y otros combustibles) en el proceso de producción y en toda su cadena de suministro y en la eliminación y almacenamiento del carbono mediante la reforestación y la gestión forestal responsable, con un impacto a gran escala.

“Nuestro objetivo es reducir más emisiones de gases de efecto invernadero en términos absolutos en 2030 que los que genera toda la cadena de valor de Ikea, al mismo tiempo que sigue creciendo el negocio. Para lograrlo, seguiremos invirtiendo en áreas que creen impacto”, afirma Torbjörn Lööf, CEO de Inter Ikea.

La madera es uno de los principales materiales utilizados por la firma sueca y siendo conscientes del papel vital que juegan los bosques en la protección de los ecosistemas y la lucha contra el cambio climático, el objetivo es seguir avanzando en su compromiso con la gestión forestal responsable, combatiendo la deforestación y recuperando tierras degradadas.

Según Lena Pripp-Kovac, directora de Sostenibilidad de Inter Ikea: “Creemos que la mejor manera de minimizar nuestro impacto climático y de contribuir a limitar el cambio climático a 1,5°C es reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, aunque también debemos eliminar el carbono existente en la atmósfera. Podemos marcar una gran diferencia positiva gracias a nuestra cadena de suministro integrada, nuestra presencia global y nuestros conocimientos en lo referente a bosques y al clima”.

Compromisos y avances en España

Reducción de emisiones, energía y movilidad son algunas de las áreas en las que se enfoca Ikea en España en su compromiso por combatir el cambio climático y tener un impacto cada vez más positivo con las personas y el planeta. El Grupo Ingka -anteriormente Grupo Ikea y al que pertenece Ikea España- es de hecho una de las empresas cuyos objetivos de reducción de emisiones están validados por la iniciativa Science Based Target, con un objetivo de disminución del 80% de sus emisiones en términos absolutos respecto a 2016.

En el campo de la energía, continúa disminuyendo su consumo, que desde 2010 registra ya una reducción cercana al 30%; seguirá invirtiendo en ampliar sus instalaciones  de paneles en las tiendas, habiendo maximizado dos hasta la fecha con la previsión de llegar a ampliar hasta siete y alcanzar una inversión de 3,5 millones en 2020; para 2030 prevé haber sustituido todos sus sistemas de calefacción y refrigeración para que procedan de fuentes renovables; y facilitará que sus clientes puedan producir también su propia energía renovable de forma sencilla, atractiva y económica gracias a la venta de paneles solares en sus tiendas, prevista para el próximo año.

Respecto a la movilidad, Arturo García, director de RSC de Ikea en España, afirma “ser conscientes de que el transporte terrestre es una de las fuentes que más emisiones generan a la atmósfera, además de tener efectos nocivos en la salud de las personas. Por eso, el Grupo Ikea es uno de los miembros fundadores de la iniciativa EV100, que fomenta la transición al vehículo eléctrico”.

La compañía ya ha instalado ya en sus tiendas más de 50 puntos de recarga fiable y gratuita para vehículos eléctricos y trabaja para que el 100% de las entregas de última milla se hagan en este tipo de vehículos o de cero emisiones en 2025. El primer paso se dará en Madrid a partir del próximo mes de enero. Este compromiso se hace también notable en su propia flota de vehículos de empresa en la cual el 28% son eléctricos y el 42% híbridos.

Además, durante los próximos años los alimentos más icónicos ofrecidos en sus tiendas se irán transformando en productos cada vez más sostenibles, como ya ha sucedido con el helado, las albóndigas o el perrito caliente. Un objetivo ambicioso que llegará a todos los restaurantes que tiene la compañía en España.

“Desde el Acuerdo de París hace cuatro años la sociedad española demanda cada vez más información sobre el cambio climático y sus consecuencias. España es uno de los países con mayor riesgo climático y su sociedad es una de las más concienciadas. Según las previsiones, 2020 debería ser el año de inflexión a partir del cual las emisiones deben empezar a disminuir y no nos queda tiempo. Creemos necesario que los Gobiernos y las Administraciones Públicas avancen en el diálogo para alcanzar acuerdos y marcos de actuación comunes que favorezcan la acción de las empresas, las instituciones, las ONG y la sociedad en general y nos permitan a todos remar en el mismo sentido”, concluye Arturo.