El porcentaje supera a EE. UU. (29,3%), Países Bajos (28,4%) o Italia (23%)

El 29,4% de los profesionales españoles declara haber cambiado de trabajo en los últimos seis meses, dato que, según Randstad, implica que España cuenta con una movilidad laboral alta comparada con otros países, ya que el nuestro se encuentra por encima de, por ejemplo, Estados Unidos (29,3%), Países Bajos (28,4%), Italia (23%), Japón (21,7%) o Portugal (21,5%).

La movilidad de los trabajadores españoles solo es superada por la de franceses (29,7%), británicos (29,9%) y alemanes (30,6%).

España también se encuentra en los primeros puestos en cuanto al crecimiento de la movilidad con respecto al pasado año. Según el estudio, la tasa de trabajadores que asegura haber cambiado de empleo durante los últimos seis meses ha crecido 7,4 puntos porcentuales, pasando del 22% a finales del 2018 al 29,4% del cierre de 2019. Una cifra superior a países como Japón (con una diferencia de 7,1 puntos), Francia (5,7), Estados Unidos (5,2), Países Bajos (4,2) o Suecia (3,7), pero aún inferior a Alemania (8,2). Este porcentaje se redujo en países como Reino Unido (-0,2 puntos), Portugal, Grecia (ambos con -2,5) o Argentina (-2,9).

Los más jóvenes, los más propensos

En lo que a España se refiere, Randstad destaca que la edad es un aspecto significativo en los trabajadores que cambian de trabajo, siendo los más jóvenes los más propensos a comenzar una nueva experiencia laboral.

Así, los profesionales menores de 25 años son los que más han cambiado de trabajo en los últimos seis meses, en concreto un 59,4%. Les siguen los empleados de entre 25 y 44, de los que el 33,5% ha dado un giro a su carrera profesional, mientras que los mayores de 45 fueron los más conservadores, cambiando de trabajo apenas el 16,4%.

Y en cuando al nivel académico, los trabajadores con educación superior son quienes más han cambiado de empleo en los últimos seis meses (31%); seguidos por los que tienen educación secundaria (27,3%), y los que cuentan con estudios primarios (24,4%). En cuanto al género de los profesionales, la diferencia es muy discreta -de cuatro décimas-, ya que el 29,6% de los hombres declara haber cambiado de trabajo por un 29,2% de las mujeres.