Descendió por debajo de los 539.800 millones en el último año
El total de créditos destinados a empresas descendió por debajo de los 539.800 millones en el último año según un avance del Informe sobre la Evolución del Crédito a Empresas en España por Sectores de Actividad, que presentará próximamente la consultora AIS Group.
En septiembre de 2019 la cartera se redujo en unos 10.000 millones, un 1,8% menos, respecto a septiembre de 2018. Una tendencia constante durante los 10 últimos años, periodo que registra un descenso del 46,4% respecto a la cartera de 2009, que superaba el billón de euros.
Este descenso continuado se explica, especialmente, en la caída de créditos a las empresas inmobiliarias y constructoras, mientras que el total de la cartera de préstamos en otros sectores como la agricultura, el transporte y el comercio aumentan lenta pero continuadamente desde hace algunos ejercicios.
Morosidad a la baja
Según el informe, se está reduciendo la tasa de morosidad de los créditos a empresas. Así tras años de situarse en cifras de dos dígitos (alcanzando el pico de 19,5% en septiembre de 2014), hoy está en el 5,9%, la tasa más baja desde septiembre desde 2009.
De acuerdo con José Manuel Aguirre, economista y director comercial de AIS, estos datos muestran que en los últimos años se está llevando a cabo una mejor discriminación entre créditos de buena y mala calidad. Además, desde el punto de vista macroeconómico, “está claro -indica- que existe una correlación directa entre los niveles de actividad económica y la demanda de crédito”.
“Si a niveles de cartera menores -comenta Aguirre- tenemos menor morosidad, quiere decir que las entidades financieras han sido capaces de identificar y separar los riesgos más altos. Y lo están haciendo gracias a la aplicación de técnicas de evaluación y predicción más sofisticadas junto a una especialización de las entidades, especialmente en el sector pymes”. En ese sentido, desde hace unos años las entidades han implementado métodos de evaluación, teniendo en cuenta el tipo, tamaño, sector y otras particularidades de empresas ajustando sus métodos de evaluación y tratamiento tras una adecuada segmentación.
Estos métodos de rating de empresas, que permiten una mejor evaluación del riesgo de crédito, han mejorado en la última década y “hoy ofrecen en 24 horas el resultado del análisis de la capacidad de pago de una compañía frente a los 30 días que se tardaba hace 10 años”.
La tecnología sigue evolucionando gracias a la aplicación de técnicas cada vez más avanzadas de inteligencia artificial -como el machine learning- que las entidades están comenzando a implementar, que van a permitirles discriminar de forma todavía más precisa, manteniendo, en consecuencia, unos índices de mora bastante controlados.
El crédito a empresas en la banca
La banca continua teniendo la hegemonía de los préstamos a las empresas. Su cartera alcanza los 517.783 millones de euros, el 95% de la cartera total de créditos a actividades productivas del sistema financiero español. Es lógico, pues, que la tendencia sea idéntica a la del conjunto del sistema.
Así, el saldo de su cartera ha descendido también en el último año, y lo ha hecho en un 2,1%, es decir en algo más de 11.000 millones.
Nuevamente la tasa de mora está disminuyendo respecto a periodos anteriores, pasando del 7,5% en septiembre de 2018 al 6% en septiembre de 2019.
Las financieras de crédito cobran relevancia
Al contrario que ocurre en banca, el saldo de la cartera de préstamos a empresas de las entidades financieras de crédito (EFCs), enlaza cuatro años de crecimiento, pasando de 11.500 millones en septiembre de 2016 a los algo más de 14.500 millones en septiembre de 2019. Solo en el último año ha crecido un 7,4%.
El último registro respecto a su volumen de créditos dudosos es del 2,2% (septiembre 2019) y desciende continuadamente desde 2014.
Pese a las buenas cifras de la cartera de las EFCs, el total de sus operaciones con empresas sólo representa el 2,7% del total de los créditos a actividades productivas en España. Si bien, está ganando en importancia desde 2013, cuando su peso en el sistema de préstamos a empresas era apenas de 1,5%.