La imposición de medidas cautelares por parte del Supremo a la decisión del Consejo de Ministros que aprobó la opa de Gas Natural sobre Endesa ha sido la gota que ha colmado el vaso, y en La Caixa, el mayor accionista de la gasista, empiezan a considerar seriamente -por primera vez en los últimos meses- la posibilidad de retirar la opa, siempre que se pueda y si ello garantiza la continuidad de un proceso negociador que está en sus primeros pasos y pudiera dar viabilidad para salvar el núcleo central de sus planes, que no es otro que crear un gran grupo energético nacional.

Las fuentes consultadas por ABC han reconocido esta posibilidad, si bien consideran que habrá que adornarla bastante y que una decisión de estas características no se tomará a la ligera, sino después de analizarla desde todos los puntos de vista y tras explorar las posibilidades de un amplio acuerdo con el presidente de Endesa, Manuel Pizarro, y sus aliados, como Caja Madrid. En cierta forma, la caja que preside Ricardo Fornesa sigue interesada en poner en marcha su famoso «plan B», que Caja Madrid nunca ha querido escuchar, y que no es otro que contar con el apoyo de la entidad madrileña y otros grupos empresariales para defender su poderoso grupo industrial desde núcleos duros accionariales de carácter nacional, lo que también defiende el Gobierno de Zapatero.

Pizarro, pese a su decidida estrategia de resistir a toda costa la opa hostil, nunca ha negado su disposición a abrir un diálogo si Gas Natural retira la opa. Era una condición que ni la gasista, ni su accionista, ni el Gobierno tenían intención de aceptar porque hubiera parecido que la victoria era de Pizarro. Pero las últimas decisiones judiciales, que suspenden la opa por mucho tiempo, un mínimo de seis meses en el Supremo y con la posibilidad de que se pueda ir hasta dos años, cambian el escenario, que se ha descontrolado para todas las partes. Y quedan todavía unas cuantas minas jurídicas de Endesa pendientes, que todavía podrían complicar más el asunto. Por ello, que La Caixa aceptase retirar ahora la opa ya no sería una derrota, sino un cambio de estretegia necesario, ya que Pizarro también es rehén de sus declaraciones y ha reconocido que se sentará a negociar si se retira la opa hostil.

En cualquier caso, la intención de La Caixa sería tener al menos un principio de acuerdo con Endesa antes de retirar la opa de Gas Natural, ya que una retirada sin condiciones dejaría muy expuesta a la eléctrica al apetito de la alemana E.ON, que se ha colado en el proceso de opas de la mano de la compañía que preside Pizarro, pero que aunque inicialmente se trató de un «caballero blanco» que aspiraba sólo a una participación minoritaria, tras analizar la compañía eléctrica líder española, prefirió lanzar una opa sobre el 100% de su capital y además tiene dinero de sobra para abordar la operación. La Comisión Nacional de Energía (CNE) estudia actualmente la opa de E.ON y podría vetarla o ponerle unas condiciones muy complicadas, lo que parece más realista. La canciller alemana Merkel y el presidente Zapatero no se han puesto de acuerdo sobre este contencioso, pero las fuentes consultadas aseguran que no sería difícil si a la alemana se le ofrece la posibilidad de adquirir determinados activos energéticos españoles, ya que «ha mordido la presa» y no la soltará hasta recibir alguna contraprestación. Aquí, el problema se extiende de la misma forma a Iberdrola, que tiene un acuerdo con la gasista.

El acuerdo que se está explorando exigiría el respaldo del Gobierno, sobre todo de Solbes, Sebastián y Montilla, pero también del PP, que ha sido un actor esencial en el proceso de defensa a la agresión hostil de Gas Natural sobre Endesa. Según las fuentes consultadas, por la complejidad legal que está alzanzando la operación empieza a vislumbrarse un ligero cambio en la actitud del Gobierno, de defensa cerrada de Gas Natural, y del PP, de apoyo total a Endesa.

No obstante, La Caixa no está dispuesta a tomar una decisión así si supone el triunfo total de las tesis de Pizarro, que tras las últimas decisiones judiciales favorables a sus tesis, está cada día más fuerte. El punto débil de Endesa en este momento, con la opa de Gas Natural parada y la de E.ON camino de que la pare la CNMV al ser una oferta competidora con la de la gasista, es la inquietud de que su cotización bursátil pueda verse penalizada si no hay opas a la vista. Por ello, antes de cualquier decisión sobre retirar la opa, La Caixa exigiría a Endesa que retirase todos las minas legales y una mínima base negociadora sobre determinados puntos, planteamientos que serían muy difíciles de aceptar todavía en estos momentos por un Pizarro que se encuentra en una situación de mucha fuerza.

Sin embargo, retirar la opa no es algo fácil y podría incluso darse la paradoja de que no pudiera retirarla en el momento en que se encuentra. Según las fuentes consultadas, una de las justificaciones que podría utilizarse es la que se refiere a circunstancias excepcionales, que dejaría a la discrecionalidad del organismo regulador la decisión de retirarla.