Los sistemas monetarios actuales se caracterizan por su centralización. Hay una autoridad central que controla la salida de moneda oficial, regula las instituciones financieras y de una forma u otra establece las líneas de actuación de la economía. Pero está demostrado que este control nunca es total.

Esto se debe a varios factores: el dinero en general es muy difícil de monitorizar, el sistema bancario que actúa de mediador entre los usuarios y el banco central está a veces desorganizado, y el propio sistema bancario tiene sus propias fallas como hemos podido ver en España en los últimos tiempos. Este tipo de sistemas centralizados y con falta de monitorización no han sido capaces de anticipar eventos a nivel económico como fue la crisis de 2008 por ejemplo, así como otros de menor calado, pero igualmente previsibles con mayor monitorización, como la quiebra de determinadas grandes empresas.

Además, las economías centralizadas actuales tienen controles cada vez más obsoletos ya que la mayoría de los datos no se obtienen en tiempo real y generan fallos. Incluso estos datos no son del todo exactos, puesto que en la mayoría de los casos se trata de un muestreo del total de los datos. No existen mecanismos auto correctores, lo que deja a merced de la iniciativa de un conjunto de entidades la corrección de tendencias que pueden resultar perjudiciales.

Frente a esto, en los últimos años han empezado a aparecer las propuestas sobre el desarrollo de una economía programable, que desde mi punto de vista será tan necesaria como inevitable en los próximos años si se quiere llegar a un sistema económico realmente eficaz y beneficioso para la sociedad.

Los conceptos sobre economía programable son relativamente nuevos y tienen en Blockchain su base tecnológica al tratarse de una tecnología distribuida, automatizada y programable. Estos sistemas son aplicables a entornos macro y microeconómicos, es decir, son aptos para macroeconomías como la de un país y para microeconomías como una familia o una empresa.

En un entorno basado en economía programable la autoridad central no desaparece, sino que se convierte en un facilitador del flujo de información y un beneficiario directo de la misma. En un entorno de este tipo es posible ejercer una proactiva con respecto a la economía y no reactiva como se tiene en la actualidad.

La aplicación de los conceptos relativos a Blockchain y economía programable permitirán transformar una economía completa en una entidad única con varios stakeholders actuando como puntos de interacción independientes que proporcionarán datos que alimentarán al sistema. Estos stakeholders serán las propias personas con sus datos, las empresas, las transacciones, etc.

Una infraestructura como la propuesta tendrá capacidad para simular un entorno económico real en función a la cantidad de datos que vaya recibiendo y técnicas de Machine Learning e IoT aplicadas, normalmente en tiempo real. Esto permitirá desarrollar redes y algoritmos centrados en ciertos datos con efectos directos sobre la economía y modificarlos cuando sea necesario gestionando adecuadamente el comportamiento de los parámetros principales y propiciando la aparición de mecanismos autocorrectores que no precisen de intervención alguna.

Las ventajas de este tipo de sistemas basados en el uso de Blockchain son numerosos. Su carácter descentralizado lo hace inmune a puntos únicos de fallo y le dota de alta seguridad. Funciona con datos recolectados en tiempo real. Permitirá implantar y correlacionar de una sola vez varios tipos de actividades económicas y establecer la vinculación de unas y otras en contextos económicos reales. La incorporación de IoT e impuestos basados en máquinas será posible, permitiendo una fiscalidad de las actividades y las personas mucho más justa y equilibrada. Finalmente, como se ha comentado anteriormente, este tipo de economía programable abre la puerta al mundo de las simulaciones, donde se podrá experimentar en tiempo real a través de simulaciones con escenarios completos, la repercusión de determinadas medidas políticas y/o económicas antes de que éstas se apliquen para poder valorar sus consecuencias de forma anticipada.

 

Joaquín López Lérida Joaquín López Lérida WEB opinion

Fundador – Kolokium Blockchain Technologies

Profesor de EOI – Escuela de Organización Industrial

 

Artículo incluido en la revista de febrero de Agenda de la Empresa