Con ellos prevé recaudar 1.818 millones anuales

El Consejo de Ministros ha acordado la creación de impuestos sobre las transacciones financieras y sobre determinados servicios digitales, con el objetivo de adaptar el sistema fiscal a las nuevas áreas de negocio digital, sin subir los impuestos a las clases medias, a los trabajadores, a los autónomos y a las pymes.

Transacciones financieras

La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha explicado que se trata de un impuesto indirecto que grava con un 0,2% las operaciones de adquisición de acciones de sociedades españolas cotizadas con una capitalización bursátil superior a los 1.000 millones de euros, por lo que no va a afectar al campo de acción de las pymes.

El impuesto, ha concretado Montero, recaerá sobre el intermediario financiero que ejecute la orden de adquisición. El Gobierno estima que recaudará unos 850 millones de euros anuales.

Servicios Digitales

El Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales tiene como objetivo gravar operaciones propias de la economía digital que, en la actualidad, están fuera del sistema tributario.

La finalidad del impuesto es gravar con un 3% servicios en los que existe una contribución esencial de los usuarios en el proceso de creación de valor de la empresa que presta los servicios. Se aplica a tres conceptos: prestación de servicios de publicidad en línea, servicios de intermediación en línea, y venta de datos generados a partir de información proporcionada por el usuario.

Esta figura impositiva afectará a las empresas que tienen un negocio superior a 750 millones a nivel mundial y cuyos ingresos afectados por el impuesto superen los 3.000 millones en España, con independencia del origen de la compañía.

La ministra ha añadido que la liquidación de este impuesto, que permitirá recaudar unos 968 millones. Durante el primer año la declaración de ingresos no se realizará hasta, al menos, el 20 de diciembre del año 2020. Esta decisión, ha aclarado, da un mayor margen para que se pueda alcanzar un acuerdo internacional sobre el tributo y facilita que las empresas se puedan adaptar a él.