El impacto del deterioro contable de las centrales de carbón ha sido de 1.409 millones

Endesa ha cerrado el ejercicio 2019 con un beneficio neto de 171 millones de euros, lo que supone un 88% menos respecto al año anterior.

Según ha explicado la compañía, ha presentado un deterioro contable de sus activos que ha ascendido a 1.873 millones (1.469 millones de las centrales de carbón y 404 millones de las centrales extrapeninsulares), con un impacto en el resultado neto de 1.409 millones. Sin embargo, este deterioro contable no tiene impacto en el beneficio neto ordinario de la compañía, y, por consiguiente, tampoco en la retribución a los accionistas a través del dividendo.

Por su parte, el beneficio neto ordinario mejoró un 3% y sumó 1.562 millones, gracias a la “buena gestión” del mercado liberalizado, “en un entorno complicado”, tanto en el negocio de electricidad como en el de gas, a lo que se han sumado la estabilidad del mercado regulado y el “éxito en el esfuerzo” de contención de costes.

Los resultados financieros ascienden a 184 millones, aumentando en 45 millones respecto al ejercicio anterior como consecuencia fundamentalmente de la actualización financiera de las provisiones y por el impacto de la aplicación de las NIIF 9 y 16.

“Endesa va a liderar la transición energética en España, para lo que estamos haciendo un enorme esfuerzo inversor en energías renovables y en digitalización, clave para continuar ofreciendo buenos resultados en un mercado cada vez más complejo. Nuestra cartera de nuevos proyectos renovables asciende ya a unos 20.000 MW en estos momentos, de los que 5.700 MW ya tienen adjudicados puntos de conexión”, ha señalado el consejero delegado de Endesa, José Bogas.

La deuda financiera neta ha aumentado en 607 millones, hasta los 6.377 millones, con respecto a la registrada el 31 de diciembre de 2018. Esto ha sido consecuencia de varios factores, entre los que destacan el impacto de la entrada en vigor de la NIIF 16 anteriormente mencionada, que ha supuesto registrar un incremento de 274 millones; las inversiones realizadas para el desarrollo de nuevos parques de generación renovable, y el pago del dividendo con cargo a los resultados de 2018, por importe de 1.520 millones.

Por su parte, las inversiones brutas se han situado en 2.202 millones, con un crecimiento del 50%, debido principalmente al esfuerzo que está realizando la compañía para el desarrollo de nueva potencia eólica y fotovoltaica, así como en materia de transformación digital.

Dividendos

El Consejo de Administración de Endesa acordó en noviembre distribuir a sus accionistas un dividendo a cuenta de los resultados del ejercicio 2019 por un importe bruto de 0,70 euros por acción cuyo pago, que ha supuesto un desembolso de 741 millones, se hizo efectivo el pasado 2 de enero de 2020.

Igualmente, la propuesta de aplicación del resultado del ejercicio 2019 que presentará el Consejo de Administración de Endesa para la aprobación de la Junta General de Accionistas será la distribución a sus accionistas de un dividendo total por un importe bruto de 1,475 euros por acción.

En conjunto, la propuesta de dividendo supone un incremento del 3% sobre el dividendo con cargo a los resultados de 2018.

Teniendo en cuenta el dividendo abonado en 2019 con cargo a los resultados de 2018 y la revalorización del precio de la acción ese año, el retorno para los accionistas ha sido de un 25,3%.