Después de reconocer públicamente su rechazo a la contraoferta de la eléctrica alemana E.On sobre Endesa, el Gobierno busca cómo frenarla. El presidente ha recordado que la “acción de oro” –que le permitiría vetar la operación– sigue vigente, pero sólo se utilizará en “circunstancias excepcionales”. La otra posibilidad es un veto de la CNE. La presidenta de este organismo, la ex diputada del PSC, Maite Costa, ha advertido que están estudiando sus competencias. Según Conthe, los accionistas de Endesa estarán eufóricos al ver cómo sube el precio de sus acciones.

La “acción de oro” es una prerrogativa que se reservó el Estado español después de privatizar Endesa y que le facultaba para vetar determinadas operaciones al considerarse un sector estratégico. Este mecanismo fue declarado ilegal por el Tribunal de Justicia de la UE en 2003. Desde entonces, España no ha modificado su legislación para cumplir el fallo judicial. El pasado mes de noviembre, el Consejo de Ministros anunció la derogación de esta acción, sin embargo, la medida aún está siendo tramitada a pesar de que, en su día, fue enviada al Congreso como urgente por el Gobierno.