La situación actual “no compromete” la realización de las actividades básicas de la compañía

El resultado neto atribuible de Sacyr entre los meses de enero y marzo fue de 32 millones de euros, un 16% menos respecto al mismo periodo del año anterior.

Por su parte, el beneficio neto generado por los negocios se situó en 65 millones, frente a los 27 millones del primer trimestre de 2019, y los ingresos crecieron el 1% entre enero y marzo, hasta los 985 millones.

Sacyr obtuvo un Ebitda de 166 millones, el 16% más, y en torno al 80% del Ebitda procede de activos concesionales distribuidos en las tres divisiones de negocio.

Mientras, la deuda neta del grupo se situó en 4.438 millones a cierre de marzo, frente a los 4.315 millones de cierre de 2019 debido, en gran medida, a la actividad inversora de la compañía en nuevos proyectos concesionales.

Desde Sacyr han señalado que la situación actual “no compromete” la realización de las actividades básicas de la compañía, que se adaptan al cambiante escenario de la crisis del COVID-19″.

Además, indica que tiene “totalmente cubierto” el riesgo financiero ante bajadas del precio de la acción de Repsol y continúa con la “gestión activa” de su participación en la petrolera.