“Cuando se pierden o se desperdician alimentos, también se malgastan todos los recursos utilizados para producirlos”
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) advirtió este lunes que la pandemia del coronavirus ha provocado un aumento del desperdicio de alimentos perecederos en muchos países de bajos ingresos. Según los datos de la FAO, esta situación se produce en un momento en el que los consumidores solo están comprando alimentos que contienen carbohidratos y productos no perecederos en vez de provisiones de corta caducidad.
Las medidas de distanciamiento físico adoptadas en algunos países, que provocaron un descenso en el número de clientes en los mercados, fue otro de los elementos que sirvieron para incrementar las pérdidas de alimentos y una disminución de los ingresos de los comerciantes.
Según los datos de la FAO previos a la pandemia las pérdidas de frutas y verduras en las explotaciones agrícolas del África subsahariana ascendían hasta el 50%, las más elevadas del mundo, mientras que las de cereales y legumbres se estimaban en un 18%, un récord mundial compartido con Asia.
El organismo de la ONU recuerda que “cuando se pierden o se desperdician alimentos, también se malgastan todos los recursos utilizados para producirlos, como el agua, la tierra, la energía, la mano de obra y el dinero invertido”.
África subsahariana como ejemplo
La FAO calcula que las pérdidas de alimentos en el África subsahariana ascienden a 4000 millones de dólares anuales. Pero ampliando el campo de mira a toda África veremos que la gran mayoría de las pérdidas de alimentos se producen entre la cosecha y el punto de venta, ya que el desperdicio alimentario de los consumidores tras adquirir los alimentos es muy bajo.
Entre las principales causas de la pérdida de alimentos en África encontramos la falta de instalaciones de la cadena de frío, especialmente para los productos perecederos, las instalaciones de almacenamiento poco fiables e inadecuadas y la falta de conocimientos de elaboración de productos agrícolas en las comunidades de pequeños agricultores.
“La pandemia de la COVID-19 provocó una llamada de atención sobre la necesidad de transformar radicalmente nuestros sistemas alimentarios a fin de hacerlos más eficientes y sostenibles para las personas y el planeta. Abordar la pérdida y el desperdicio de alimentos en África, y en particular la reducción de las pérdidas posteriores a la cosecha es esencial para lograr ese objetivo”, dijo el subdirector general y representante regional de la FAO para África, Abebe Haile-Gabriel, en la víspera del día internacional.
Día internacional
Para conmemorar el primer Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicios de Alimentos se pide a los gobiernos y a los responsables de la toma de decisiones que destinen las inversiones y establezcan incentivos para impulsar los planes de reducción de pérdidas de alimentos.
La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el año pasado el 29 de septiembre como Día Internacional de Conciencia de la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos.
La FAO lanzó una nueva página web con motivo de la efeméride donde explica que a nivel global se pierde aproximadamente un 14% de los alimentos producidos entre la cosecha y la venta al por menor.