El Hospital Infanta Luisa se ha convertido en el primer centro privado de Andalucía en incorporar a sus servicios la ‘Monitorización Neurofisiológica Intraoperatoria’, una técnica que permite controlar las vías nerviosas centrales y periféricas durante las operaciones, y que será realizada por el doctor Pedro Chaparro Hernández.

Gracias a la monitorización intraoperatoria neurofisiológica, el Hospital Infanta Luisa aportará seguridad a todas aquellas intervenciones en las que hay un peligro potencial de daño al sistema nervioso, pues permite identificar posibles afecciones neurológicas derivadas de la intervención y en la actualidad permite operar tumores cerebrales que hasta el momento eran prácticamente inoperables.

Los procesos quirúrgicos susceptibles de utilizar la escoliosis, la cirugía cardiaca con by-pass, angioplastias, cirugía raquimedular y la relativa a la epilepsia que precisan, además de seguridad, un alto índice de probabilidades de éxito en la intervención son, entre otras, las beneficiarias de esta técnica.

Con más de diez años de experiencia en este ámbito, el doctor Chaparro indica que la principal ventaja de esta técnica reside en que “podemos detectar posibles daños antes de que sean irreversibles, al tiempo que se le ofrece una notable seguridad al cirujano, ya que una señal de alarma del neurofisiólogo permite al profesional corregir su actuación o replantear su abordaje”.

Otros beneficios que ofrece la Monitorización Neurofisiológica Intraoperatoria es la identificación precoz de lesión, detección de alteraciones sistémicas, localización de lesiones o el reconocimiento de tejidos desconocidos o irreconocibles, así como la tranquilidad que le otorga al cirujano y a los familiares de los paciente, según indicó en rueda de prensa el doctor Chaparro.

De igual forma, esta técnica reduce considerablemente los tiempos de la intervención quirúrgica, como ha quedado demostrado en las cirugías de la Escoliosis en las que, con anterioridad, se tenía que realizar el ‘Test del despertar’ por el que, durante la operación, se despierta al enfermo para verificar la ausencia de lesiones medulares con las consecuencias que esto conlleva.

Gracias a la monitorización, correcciones que necesitaban dos o más intervenciones, hoy día se pueden realizar con esta técnica en un solo tiempo y con menor riesgo.