La planta solar de unos 16 kWp cubre el 73% de la demanda eléctrica diurna y ha sido puesta en marcha por CFV, empresa sevillana experta en instalación fotovoltaica

Visitar La Despensa de Palacio, en la localidad sevillana de Estepa, es embriagarte de deliciosos olores a canela, azúcar y chocolate. Cuanto más en estas fechas, en las que todo el equipo se encuentra a pleno rendimiento para llevar sus tan demandados dulces y delicias por todo el mundo y abastecer a millares de familias, ahora que se acercan las vísperas navideñas.

Pero este año, La Despensa de Palacio ha dado un giro hacia la sostenibilidad dotando a su famoso museo del chocolate, Chocomundo, con una planta solar fotovoltaica en autoconsumo, que además de abastecer el suministro eléctrico de este templo de la historia del cacao, cubre las necesidades energéticas de la tienda y de la maquinaria empleada en el proceso industrial de embalaje y empaquetado. “Nuestros productos se siguen elaborando de manera artesanal en horno de leña, pero la electricidad que empleamos en los edificios ya es limpia y renovable”, según las propias palabras de Antonio Rivero, experto chocolatero y creador de esta fábrica de ensueño.

En esta apuesta por el autoconsumo, La Despensa de Palacio ha confiado en la empresa sevillana de instalación fotovoltaica, CFV, cuya experiencia de más de 20 años en este sector, ha quedado reflejada en una planta solar de unos 16 kWp, ubicada sobre la cubierta del museo contiguo a la fábrica. La instalación compuesta por 39 paneles solares de 405 W de potencia cada uno, cubre más del 73% de la demanda de electricidad que los dos edificios, fábrica y museo, necesitan durante el día. Siendo catalogada como una planta de autoconsumo compartido, al abastecer simultáneamente a dos suministros eléctricos diferentes.

Desde CFV se estima que la planta solar de La Despensa de Palacio alcance una producción anual de alrededor de 25.000 kWh, reduciendo con ello hasta en 10 toneladas las emisiones de CO2 al año. Una cifra que equivaldría a la plantación de 750 árboles. De esta forma, tanto la fábrica como el museo reducen su huella de carbono y La Depensa de Palacio demuestra su claro compromiso con el medioambiente.

Aunque esta no es la única medida en materia sostenible llevada a cabo por la empresa. Desde siempre, tal y como señala su fundador, han extremado el cuidado en la selección de la materia prima empleada para la elaboración de sus dulces y chocolates, “comprando el cacao criollo en el país de origen, bajo el sistema de Comercio Justo, con el que fomentar un mercado comprometido con el medioambiente y con la erradicación de la pobreza mundial”. Además, este año expresa Antonio Rivero, “la familia de La Despensa de Palacio se siente especialmente orgullosa de haber conseguido, en colaboración con el  Consejo Superior de Investigaciones Científicas la primera plantación de cacao en Europa”. Todo un hito para este descendiente de los panaderos del Marqués de Estepa, de quienes ha heredado toda su tradición en repostería gourmet.

El siguiente paso para continuar apostando por la sostenibilidad, señala Rivero, será el de “implantar el sello ECO20® en todo el packaging de nuestros productos”. Con este sello de calidad, certificado por Bureau Veritas y único para determinar el nivel de autoconsumo fotovoltaico, quedará patente que La Despensa de Palacio utiliza la energía solar en su proceso industrial, consiguiendo una diferenciación positiva por su calidad medioambiental y posicionando aún más su imagen de marca con respecto a la competencia.