Este porcentaje es seis puntos más alto que el registrado en 2019

La hipoteca es una herramienta imprescindible para cuatro de cada cinco compradores de vivienda. En concreto, un 79% de los particulares españoles que ha comprado vivienda en los últimos doce meses lo ha hecho mediante una hipoteca. Este porcentaje es seis puntos más alto que el registrado en 2019.

Esta es la principal conclusión del estudio ‘Perfil del hipotecado español’ elaborado por Fotocasa con la intención de analizar cómo los españoles han financiado la compra de su vivienda.

Para interpretar correctamente estos datos conviene detenerse en el contexto, con dos detalles claves. Por un lado, la aprobación durante 2019 de la nueva ley hipotecaria, más garantista con el consumidor y que facilita el acceso a las hipotecas (los datos reflejan un incremento de su contratación, pero también una menor dependencia del apoyo económico familiar). Por otro, la encuesta de Fotocasa Research de la que provienen estos datos es justo anterior a la aparición de la pandemia provocada por el coronavirus, un factor que ha alterado todo el mercado inmobiliario.

“La financiación hipotecaria sigue siendo la vía de acceso a la vivienda casi 8 de cada 10 compradores, pero se aprecia un ligero descenso de aquellos españoles que además necesitan ayuda familiar para hacer frente a la compra, un hecho que puede estar relacionado con el descenso del precio de la vivienda a finales del pasado 2019”, explica Anaïs López, directora de Comunicación de Fotocasa.

Del conjunto de personas que necesitaron hipoteca, un 67% solo necesitó el crédito bancario para poder acceder a la compra. Sin embargo, hubo un 12% que también recurrió a la ayuda de un familiar.

En el lado de los que no solicitaron una hipoteca, en el 11% de los casos se debió a que tenía suficiente ahorrado, un 6% solo necesitó ayuda de familiares y un 4% se financió a través de la venta de su antigua vivienda.

¿Quién se hipoteca en España?

El perfil del comprador de vivienda que precisa de una hipoteca para su adquisición no cambia radicalmente de un año para otro, pero sí que hay sutiles diferencias que resultan de interés. Por ejemplo, en 2020 se ha incrementado el peso que tiene el segmento de edad de 45 a 54 años, aunque es un dato vinculado al mayor protagonismo de este tramo en la compra de vivienda.

Otro cambio que se aprecia con respecto al año anterior está ligado al nivel socioeconómico: hay más personas de niveles socioeconómicos intermedios comprando mediante hipoteca, mientras que los niveles más elevados han perdido protagonismo.

Con respecto a su situación de convivencia, un 41% vive con su pareja y sus hijos y un 32 % únicamente con su pareja. Además, se ha producido un incremento significativo con respecto al año anterior de quienes viven con sus padres, que representan un 8%.

En relación con su estado civil, estos compradores que se hipotecan son principalmente personas casadas o que conviven en pareja (68%). Pero también hay cambios con respecto a 2019: ganan protagonismo los separados o divorciados (7%) y las personas solteras (24%). 

Las hipotecas a tipo fijo siguen ganando terreno

Pero contratar una hipoteca no resuelve los problemas de liquidez de todos los compradores. Existe un significativo porcentaje de ellos (el 21% en 2020, una cifra muy similar a la de años anteriores) que además de contratar el crédito tuvieron que vender alguna otra vivienda para hacer frente a la compra de la nueva.

Tampoco hay cambios relevantes respecto a 2019 en cuanto a la planificación y estudio de la parte financiera de la operación: el 54% de estos compradores que se hipotecan (eran el 57% el año anterior) fueron al banco para establecer el presupuesto disponible antes de comenzar la búsqueda de vivienda.

Cuando se trata de hacer frente a los primeros pagos ligados a la compra de una vivienda (entrada, impuestos, etc.), el apoyo familiar sí que gana importancia con respecto a años anteriores, aunque la financiación bancaria sigue siendo la solución más frecuente (47%).

Pero la decisión más importante respecto a la hipoteca es la que tiene que ver con el tipo de interés: fijo o variable. El euríbor va camino de cinco años en intereses negativos -la última vez que se situó por encima del 0% fue en enero de 2016- y eso tiene sus consecuencias. Las entidades financieras han respondido con atractivas propuestas de tipo fijo que apelan a la seguridad de esta hipoteca y la estrategia está funcionando.

En 2017, un 41% de los hipotecados optaban por el tipo fijo; en 2020 (con datos previos a la pandemia), ese porcentaje es del 53% y la mayoría de ellos (el 60%) lo hacen por la estabilidad y seguridad de pagar siempre la misma cuota.

En este periodo de tiempo (2017-2020), la opción de tipo variable perdió 15 puntos porcentuales: del 51% al 36%. Un 31 % los que la prefieren lo hacen augurando un euríbor estable o a la baja.