Especial Agenda de la Empresa

 

Punta de lanza del asociacionismo empresarial femenino en Andalucía

La Federación Andaluza de Mujeres Empresarias (FAME) cumple este año su 20 aniversario y, qué mejor momento, para destacar el papel primordial que cumple en la visibilidad y el empoderamiento de la mujer en las empresas y las organizaciones andaluzas, además del trabajo que desarrolla por la igualdad en los sectores empresariales de la región.

FAME nació en diciembre del año 2000 con el propósito de vertebrar los esfuerzos y experiencias de cada una de las organizaciones empresariales de mujeres y así lo ha hecho a lo largo de estas dos décadas. Entre el año 2000 y 2009 bajo la batuta de María José Navarro -fundadora y presidenta durante los primeros nueve años- y desde entonces de Ana Alonso. Integrada en CEA como organización miembro de pleno derecho, la organización empresarial está constituida por organizaciones de mujeres empresarias de toda Andalucía y desarrolla una labor indispensable en la coordinación, representación, gestión, fomento y defensa de los intereses del tejido empresarial femenino andaluz, así como en la promoción y visibilidad de las políticas de igualdad de género en el mundo de la empresa y la economía.

Sobre el origen de FAME, su presidenta, Ana Alonso, en la jornada ‘Mujer y Empresa’, impulsada por Prodetur, en colaboración con Mujeremprendedora Agenda de la Empresa, planteó: “¿Por qué una organización de empresarias femenina? Porque había una estructura muy masculinizada donde no había posibilidad de penetrar. FAME nacía como una organización de género porque ese vacío existía y existe”.

FAME JuntaDirec FAME2Además, Alonso ha indicado recurrentemente que desde que FAME inició su andadura tuvieron claro que sus objetivos se basarían en la representación del colectivo empresarial femenino y la conquista de espacios negados a las mujeres empresarias y, a lo largo de estos 20 años, han trabajado para ello. “Hoy podemos afirmar que somos lo que nos propusimos, una estructura vertebrada de abajo a arriba, formal, estructurada, poniendo de manifiesto una situación real y valiosa”, indicaba en una entrevista en Mujeremprendedora.

Así, entre las actuaciones llevadas a cabo por FAME destacan el dotar a las organizaciones de mujeres empresarias de estructuras de apoyo empresarial para la coordinación e impulso de su política de acción, desarrollar campañas de difusión y divulgación de la acción de las asociaciones de mujeres empresarias y facilitar información sobre asociacionismo al colectivo de mujeres emprendedoras incorporadas a itinerarios de creación de autoempleo y/o empresas.

Además, también organizan talleres de fomento del asociacionismo; seminarios de contextualización y concienciación sobre mujer y política de empresa, y encuentros empresariales dirigidos a fomentar la participación pública y política de las mujeres empresarias en organizaciones empresariales intersectoriales y sectoriales mixtas potenciando la conciencia crítica de género y el empoderamiento femenino.

Alonso es una gran defensora de las alianzas. “Tejiendo alianzas somos más fuertes”, y en el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Javier González de Lara ha encontrado “un gran aliado”. De hecho, fruto de la alianza entre la CEA y FAME en 2018 nació el Consejo Empresarial de Igualdad de la patronal andaluza, del que es presidenta Ana, y desde donde se marcó el objetivo de trabajar de manera decidida por el desarrollo de una estructura abierta y flexible, orientada al análisis riguroso y permanente de cuantas cuestiones relacionadas con la igualdad de género en las empresas sean de utilidad a su presidente y a sus órganos de gobierno. “La sociedad desconoce realmente el compromiso que en la actualidad mantienen las empresas andaluzas con la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres” y, para ello, “hace falta una gestión integradora de la diversidad y considerar la igualdad como una cuestión estratégica y un factor de competitividad para las empresas”.

Entre los objetivos marcado por el Consejo en su fundación, cabe destacar el transmitir a los órganos de gobierno de CEA, a la administración pública y a la sociedad en general, la importancia del papel de las empresas y las organizaciones empresariales en materia de igualdad de género y, al mismo tiempo, configurar la posición empresarial en relación a la igualdad efectiva entre mujeres y hombres en el ámbito laboral, empresarial y económico, mediante el diálogo constructivo y desde una óptica transversal y de trabajo conjunto.

En este sentido, el Consejo Empresarial de Igualdad de CEA analiza las propuestas que el Gobierno de España y el Gobierno andaluz realizan en materia de igualdad de género, como se llevó a cabo con la reforma de la Ley de Igualdad de Género andaluza.

Con la creación del Consejo, CEA abrió “una oportunidad para el análisis en profundidad y la reflexión sosegada en materia de igualdad de género. Desde una posición proactiva y medida, éste será un Consejo abierto a las interacciones dinámicas con la administración”, destacó Alonso en la presentación del Consejo, donde indicó que “somos un activo insustituible desde el punto de vista empresarial” y que “el talento no tiene género, la diversidad suma y tiene un impacto positivo en la productividad de las empresas”.

Asociacionismo, un canal para impulsar la igualdad. Las asociaciones de mujeres han cobrado un mayor protagonismo a lo largo de los últimos años. Así, encontramos tanto organizaciones de empresarias como de emprendedoras en todas las comunidades, provincias e incluso localidades, además de asociaciones enmarcadas en ámbitos concretos como las asociaciones rurales que cumplen un papel primordial en la lucha contra la despoblación de los municipios o las asociaciones de mujeres mineras, tecnólogas, ingenieras, juezas… que disminuyen la brecha de género en determinados sectores.

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Y es que es primordial tejer redes e impulsar el movimiento asociativo femenino, ya que supone un canal más para impulsar la igualdad y la participación activa del colectivo femenino, visibilizar a la mujer y, además, claro está, para desarrollar una labor complementaria a las instituciones.

Actualmente, existen más de 2.000 asociaciones y federaciones de mujeres en toda Andalucía, según el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM). Esta cifra se ha incrementado de las 152 asociaciones existentes en 1989, cuando se creó el Instituto, hasta las 2.277 asociaciones y federaciones de mujeres registradas en 2018.

De hecho, siendo conscientes de la importancia del movimiento asociativo, las administraciones están promoviendo cada vez más subvenciones destinadas a este sector. Es el caso del Instituto de la Mujer, que lanza una convocatoria, que se realiza anualmente desde la creación del organismo en 1983, adaptando sus requisitos a las necesidades de las mujeres en España en cada momento con el fin de promover las condiciones que posibiliten la igualdad, así como favorecer la participación política, económica, cultural y social de las mujeres.

Y justo aquí, ponemos el punto de mira en las asociaciones de empresarias y emprendedoras, ya que cada vez son más las mujeres autónomas en nuestro país. De hecho, el crecimiento de autónomos en España en 2019 es indudablemente femenino. Así, según datos de ATA, en España las mujeres representan el 33,6% del total de autónomos, frente al 32,8% que representan de media en Europa.

Por su parte, Andalucía es la tercera comunidad autónoma que más mujeres autónomas suma en diez años, con un 22,5% más. De hecho, el número de trabajadoras autónomas ha aumentado en 116.444 mujeres entre 2009 y 2019, lo que supone un 11% más, frente a un retroceso de los autónomos varones de 6.062 cotizantes en el mismo periodo, un 0,3% menos, según el informe de ATA. Además, es la tercera región española en el incremento de mujeres cotizantes al RETA en la última década, con un incremento del 22,5%.

Cada vez más, las mujeres están optando por encaminar su trayectoria profesional hacia nuevos modelos de negocio y, en este contexto, es fundamental que la labor de las asociaciones sirva de impulso y no se convierta en un obstáculo. No hay que subestimar el papel del asociacionismo que, a día de hoy, cobra una importancia vital en la defensa y promoción de las mujeres.

En la jornada ‘Mujer y Empresa’ ya mencionada, Alonso destacó que “vivimos tiempos críticos. Hay un sobretratamiento de las mujeres. Es mi reflexión crítica porque me gustan las organizaciones de largo recorrido. Espero que no sea una moda”, e incidió en la idea de que otro mundo es posible. “Un mundo más transitable, pero más transitable para hombres y para mujeres. Propongo un modelo compartido”.

Qué duda cabe de la importancia de fomentar el asociacionismo, de impulsar sinergias entre diferentes asociaciones de empresarias, de la promoción del empoderamiento femenino, de la creación y visibilidad de los modelos de referencia, del compromiso con la diversidad y la implementación de la igualdad… Todo ello impulsa el desarrollo económico y social de una región y, concretamente, en Andalucía, FAME da respuesta todas estas cuestiones.

 

María Cano Rico

Periodista de Grupo Informaria

 

Artículo incluido en la edición de octubre de Agenda de la Empresa