Mantiene su previsión de beneficio neto para el cierre de 2020

Iberdrola elevó su beneficio neto un 4,7%, hasta los 2.681 millones de euros en los nueve primeros meses del año y mantuvo un extraordinario ritmo de inversión hasta alcanzar los 6.638,1 millones de euros, una cifra récord que representa un 23% más que en el mismo periodo del año anterior y refuerza el compromiso de la compañía con la reactivación económica y la generación de empleo en un complejo entorno global.

Esta actividad permitió incorporar al grupo 4.600 nuevos megavatios (MW) en el último año, de los que 1.300 MW han sido instalados en el tercer trimestre de 2020, y continuar avanzando en la construcción de más de 7.600 MW. A cierre de septiembre de 2020, la compañía suma 14.000 MW a la cartera -aproximadamente un 90% es eólica marina-, que supera ya los más de 70.000 MW en el mundo.

Iberdrola sigue apostando por inversiones que activen la recuperación verde, focalizadas en renovables, redes, almacenamiento de gran capacidad, así como por nuevas tecnologías, como el hidrógeno verde, para promover la descarbonización en segmentos como la industria.

Alineada con esta estrategia, las inversiones en renovables crecieron un 52% a septiembre y representan el 54% del total invertido en el período, mientras que las destinadas a redes aumentaron un 5,5% y suponen el 38% del total. Asimismo, Iberdrola ha reafirmado su compromiso de alcanzar los 10.000 millones de euros de inversión prevista durante el ejercicio, a pesar del impacto de la COVID-19.

En la presentación de los resultados de los nueve primeros meses del año, Ignacio Galán, presidente del grupo, ha explicado que “a pesar de las dificultades del entorno que nos toca vivir, la aceleración de nuestras inversiones nos impulsa a seguir siendo un motor clave de la reactivación económica y la creación de empleo, a la vez que mejoramos nuestros resultados financieros”.

Mejora de la eficiencia

A septiembre, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) ajustado se elevó un 3,2%, hasta los 7.561,5 millones. La evolución de esta magnitud, que incluye el efecto COVID de 216 millones, está apoyada por el incremento de capacidad instalada renovable y la evolución operativa del negocio renovable y de generación y clientes. Eliminados extraordinarios del período en 2019 y 2020, el Ebitda alcanzaría los 7.345,2 millones, un 2% menos.

Por negocios, el Ebitda en renovables aumenta un 5,6%, hasta los 1.771,5 millones, impulsado principalmente por el Reino Unido y Estados Unidos y tras aumentar la potencia media operativa un 7,4%, hasta los 29.175 MW, y la capacidad instalada total hasta los 33.701 MW. El área de generación y clientes presenta un crecimiento del 10,3% y logra un Ebitda de 2.004,3 millones. Redes, por su parte, impactada por el efecto COVID y situaciones climatológicas adversas en Estados Unidos, reduce su Ebitda un 10,7%, hasta los 3.519,7 millones.

La actividad de la compañía durante el período se vio impactada por la COVID-19, que representó 203 millones a nivel de Beneficio Neto, por el efecto sobre la demanda y las provisiones por insolvencias. La evolución en el último trimestre muestra una progresiva normalización de la demanda y los precios de energía en España y el Reino Unido, mientras que países como Estados Unidos y Brasil avanzan en la implantación de medidas regulatorias de recuperación.

Durante el período, Iberdrola continuó mejorando su eficiencia, con una reducción del 1,8% del gasto operativo neto. Por su parte, la generación de flujo de caja aumentó un 2,3%, hasta los 5.957,5 millones a cierre de septiembre, mejorando las ratios de solvencia. La liquidez del grupo supera los 13.800 millones, cubriendo 30 meses de necesidades financieras.

Mantiene la retribución al accionista

El aumento de las inversiones, la evolución operativa de los negocios y la diversificación del modelo permiten a Iberdrola mantener su previsión de beneficio neto para el cierre de 2020, con un crecimiento estimado de un dígito medio/alto.

Iberdrola mantiene, asimismo, su política de retribución al accionista, con la puesta en marcha de una nueva edición del programa ‘Iberdrola Retribución Flexible’, con el que distribuirá un dividendo a cuenta de 2020 de al menos 0,168 euros brutos por acción. El importe final será abonado en febrero de 2021.