La desaceleración de la actividad económica ha tenido un “impacto significativo” en la evolución de la demanda de electricidad y gas a nivel mundial

Naturgy ganó 490 millones de euros en los nueve primeros meses de este año, un 45,6% menos que en el mismo período de 2019, debido fundamentalmente a la crisis del COVID-19.

El Ebitda ordinario en el periodo se situó en 3.002 millones, un 12,1% inferior que en el mismo periodo del año anterior, y el beneficio neto ordinario alcanzó los 696 millones.

Por su parte, las inversiones globales en el periodo fueron de 827 millones, destinadas principalmente al desarrollo de proyectos renovables en España y a nivel internacional.

La desaceleración de la actividad económica ha tenido un “impacto significativo” en la evolución de la demanda de electricidad y gas a nivel mundial. En particular, la demanda de electricidad y gas en España ha disminuido en promedio un 6,6% y un 8%, respectivamente, durante el periodo en comparación con el año anterior. De manera similar, la demanda de electricidad y gas en las regiones latinoamericanas donde opera la compañía ha experimentado una disminución.

Además, algunas divisas de América Latina se han depreciado significativamente frente al euro y su evolución sigue siendo incierta. Esto ha tenido un efecto negativo de 151 millones y 38 millones en el Ebitda ordinario consolidado del grupo y en el beneficio neto, respectivamente, durante el período y en comparación con el año anterior.

El menor consumo de energía por la incertidumbre en torno a los recortes de producción de Brent de los principales productores a nivel mundial se ha traducido en una volatilidad significativa y una disminución sin precedentes de los precios de las materias primas en los principales mercados, incluida una disminución de los precios del gas en los principales índices de gas (HH y NBP han disminuido en promedio en un 30% y 46%, respectivamente durante el 9M20 vs. 9M19), y una disminución en los precios de la electricidad en el mercado mayorista (el pool español disminuyó en un 36% de media durante el periodo).

El presidente de la compañía, Francisco Reynés, señaló la necesaria “implicación del sector privado, y el energético especialmente, para contribuir a recuperar la senda del crecimiento y construir un nuevo entorno pos-COVID-19 que nos permita adaptarnos a las necesidades de nuestros clientes y velar por avanzar en una transición energética justa y equilibrada para todos”.

Retribución del accionista

Naturgy continúa comprometida con su política de retribución al accionista. Durante el periodo, la compañía completó el pago en efectivo de su primer dividendo a cuenta para 2020 por un importe de 0,31 euros/acción y ha anunciado el pago de su segundo dividendo a cuenta (0,50 euros/acción) para el próximo día 11 de noviembre.

Ante la actual situación económica y social, esta política de dividendos beneficia “a más de 100.000 pequeños accionistas que han apostado por la compañía como una inversión de creación de valor y liquidez”.

Evolución de los compromisos

La compañía avanza en la consecución de sus compromisos y, desde el lanzamiento de su Plan Estratégico en 2018, se ha convertido en una empresa más sencilla y eficiente en su organización, con un enfoque reforzado y una mayor disciplina de capital. Naturgy enfoca ahora una nueva etapa de transformación, más profunda, que detallará con una actualización de su hoja de ruta en un próximo Capital Markets Day.

Tal y como ya avanzó la compañía, sus líneas de gestión pasan, entre otras, por mantener la reducción del perfil de riesgo a través de la rotación de activos, en línea con los objetivos de la transición energética; así como en el establecimiento de relaciones win-win con los reguladores y en la renegociación de los contratos de suministro de gas. Otros objetivos fijados por Naturgy son la optimización y automatización de procesos core y el fortalecimiento de la posición de la compañía. “Todo ello sin abandonar nuestros objetivos fundamentales: la prioridad de la retribución al accionista, una estrategia industrial de creación de valor y crecimiento para cada uno de los negocios, y nuestros compromisos en materia de ESG”, especificó Reynés.

Durante los nueve primeros meses del ejercicio, Naturgy ha profundizado en la gestión de su portfolio de negocios y ha impulsado cambios en la organización para continuar con la transformación de la compañía. Además, continúa con las medidas para reducir su perfil de riesgo y renegociar los contratos de aprovisionamiento en base a los mecanismos de revisión ordinarios y también extraordinarios contemplados en dichos contratos.

Y también ha puesto el foco en reforzar su liquidez y en la disciplina financiera. A cierre del tercer trimestre, la liquidez total del grupo ascendió a más de 10.150 millones de euros. Esta solvencia, junto con el efectivo generado por la propia actividad del negocio, permite afrontar cómodamente las obligaciones financieras de los próximos años. En el periodo, la deuda neta de la compañía se redujo en 541 millones, hasta los 14.727 millones de euros.

La compañía también progresa de manera “rápida” en sus planes de desarrollo renovable a nivel nacional e internacional.