La entidad mantiene la intención de reanudar el pago de dividendo

La Junta General Ordinaria de Accionistas de Unicaja Banco ha aprobado destinar 77,52 millones de euros a reservas voluntarias y reducir su capital social en el 1,89% para amortizar las acciones en autocartera. La entidad mantiene la intención de reanudar el pago de dividendo ante la calidad de balance y la sólida posición de solvencia, cuando la autoridad supervisora lo permita al sector, según ha sido puesto de manifiesto por el presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, quien, asimismo, en su intervención, ha abordado los hitos y resultados del presente ejercicio.

La Junta, que ha sido celebrada por vía telemática, sin asistencia física de accionistas y representantes, dadas las circunstancias y las recomendaciones sanitarias en el marco de la actual pandemia del COVID-19, da continuidad a la celebrada el pasado 29 de abril y, como estaba previsto, ha abordado los asuntos que en su momento fueron aplazados.

En relación con la distribución del excedente neto del ejercicio 2019, siguiendo la recomendación emitida por el Banco Central Europeo (BCE) al conjunto del sector de no repartir dividendos antes del 1 de enero de 2021, se ha aprobado destinar a reservas voluntarias la cantidad de 77,52 millones, que estaba prevista inicialmente destinar a dividendos con cargo al ejercicio 2019.

Asimismo, la Junta de Accionistas ha dado el visto bueno a la reducción del capital social de Unicaja Banco en un importe de 30,5 millones de euros, mediante la amortización de las acciones propias en autocartera, que representan el 1,89% del capital social, que fueron adquiridas en el marco del programa de recompra de acciones que fue cancelado siguiendo las recomendaciones del BCE. La amortización no tendrá impacto a efectos de solvencia dado que la entidad mantenía estas acciones en autocartera.

Manuel Azuaga manifestó durante su intervención en la Junta de Accionistas que “la calidad de balance y los niveles de solvencia de Unicaja Banco permiten continuar con nuestra intención de reanudar lo antes posible la retribución a nuestros accionistas mediante el pago de dividendos en efectivo y programas de recompra, tal y como venía haciendo con anterioridad a la publicación de las recomendaciones del BCE”.

De forma previa, trasladó el apoyo y solidaridad a las personas afectadas por el COVID-19, mostró agradecimiento a las personas que han trabajado en el mantenimiento de la actividad del país, y destacó la labor de los profesionales de Unicaja Banco por el apoyo realizado a la sociedad y al tejido económico.

Azuaga, tras hacer un repaso al entorno económico derivado de la pandemia y constatar -como ya hizo en la Junta del mes de abril- que “nos enfrentamos a una situación sanitaria, económica y social sin precedentes”, señaló que el papel del sector financiero en esta etapa de pandemia “ha sido y sigue siendo crucial, confirmándose como parte de la solución a esta crisis”, siendo “importante que las entidades, dentro de un marco de seguridad jurídica, puedan preservar unos niveles adecuados de solvencia, liquidez, eficiencia y rentabilidad”.

Sobre Unicaja Banco indicó que “está afrontando la situación desde el compromiso y la cercanía al cliente, valores que siempre le han identificado, pero también desde una posición de fortaleza financiera, asentada en una trayectoria de gestión y de desempeño colectivo que le ha permitido superar crisis pasadas, lo que es especialmente relevante en momentos de gran incertidumbre como los actuales”. Como avanzara en la anterior Junta, también afirmó que, “gracias a ese esfuerzo colectivo y a esta posición, podremos también seguir apoyando a nuestros clientes en el contexto actual de dificultad, superar con éxito la situación excepcional que ahora se vive y los desafíos que tenemos por delante, así como abordar el papel que esa sociedad emergente nos demanda, dando respuesta a los cambios que se avecinan”.

En este sentido, el presidente de Unicaja Banco destacó la importancia de “intensificar el sentido de responsabilidad de los ciudadanos que facilite la generación, con diligencia, de un esfuerzo común que nos permita salir cuanto antes de la difícil situación que hoy atravesamos”. Explicó que, si bien una solución definitiva de la crisis derivada de la pandemia del coronavirus requiere una aportación sanitaria cuyo horizonte temporal aún no se vislumbra con claridad, “es obvio que si los ciudadanos extremamos la observancia de las normas encaminadas a reducir los contagios de la enfermedad y si las empresas aprovechan la coyuntura para avanzar en el terreno de las necesarias mejoras tecnológicas, y se optimizan las medidas de apoyo y estímulo económico aplicadas por el sector público, cabe poca duda de que se producirán mejoras sensibles y nuestra sociedad estará más preparada para un futuro menos comprometido que todos deseamos se alcance lo antes posible”.