Por fin, el Pacto de Toledo aborda de forma decidida un nuevo régimen jurídico de cotización para los trabajadores y trabajadoras autónomos en base a rendimientos de actividades económicas y ya se está negociando la implantación de un sistema que tenga en cuenta los ingresos reales.
Esta ha sido una reivindicación histórica de UPTA, que hemos intentado en reiteradas ocasiones con los gobiernos de turno, denunciando la injusticia que se produce con el sistema de cotización actual, el cual, no cumple con los principios inspiradores del sistema de seguridad social español.
Actualmente, un número muy importante de trabajadores y trabajadoras autónomos están sobrecotizados, es decir, cotizan por más de lo que ganan, aunque lo hagan por la base mínima, que actualmente se sitúa en 944,40 euros. Pero también encontramos a muchos otros, que ganan mucho más de lo que cotizan, porque la base de cotización, es una elección. Esto hace que el sistema actual sea insolidario, no progresivo y por tanto, injusto. Y además, provoca una importante brecha en materia de prestaciones sociales, especialmente en las pensiones de jubilación.
Para que el trabajo autónomo sea un trabajo de calidad, tiene que tener garantizada una protección social adecuada que permita que ante las posibles contingencias comunes y profesionales, puedan mantenerse niveles de renta que garanticen al menos la subsistencia de los trabajadores y las trabajadoras autónomos. La pandemia, desgraciadamente, lo ha puesto de manifiesto de forma flagrante. Gracias al acuerdo alcanzado el pasado año sobre la protección social universal para los trabajadores y trabajadoras autónomos se ha podido establecer el paraguas social que ha supuesto la prestación extraordinaria por cese de actividad, que ha sido y está siendo el salvavidas para muchos de nosotros. Esto, que también formaba parte de nuestras reivindicaciones en la materia y en lo que veníamos insistiendo de forma contundente, ha abierto, por fin, la negociación para implantar un nuevo sistema que cumpla con los principios de solidaridad, progresividad y justicia social.
Podemos debatir sobre los tramos, sobre cómo lo tendrán que hacer aquellos autónomos que tributen en estimación objetiva (módulos), o los que lo harán por estimación directa normal o simplificada. En cualquier caso, la cotización de cada uno de los trabajadores por cuenta propia deberá tener un principio fundamental: la justicia contributiva.
Desde UPTA consideramos que es fundamental que las cotizaciones se regularicen. Todos los autónomos y autónomas deberían poder elegir libremente entre el mínimo y el máximo que se establezca en los distintos tramos, pero la regularización por exceso o por defecto debe hacerse cuando tengamos los datos de los rendimientos de trabajo una vez finalizado el año fiscal. El principio de reparto del esfuerzo contributivo es sin duda la espina dorsal del sistema; aquel que más gane deberá hacer un mayor esfuerzo de aportación a las arcas públicas. Por el contrario, se rebajaría la presión contributiva para miles de personas trabajadoras autónomas que, en estos momentos, están cotizando muy por encima de sus posibilidades económicas. Y esto hará que converja con la protección social del régimen general de los trabajadores y trabajadoras por cuenta ajena, y los autónomos y autónomas podrán tener mejores prestaciones y pensiones.
Inés Mazuela Rosado
Secretaria General de UPTA-A