Entre el dispositivo conocido como Plan Romero —que luego se extiende al Plan Aldea— encontramos aproximadamente el medio centenar de profesionales que Sevillana Endesa, como integrante del Plan Romero, destina a la seguridad y continuidad del suministro eléctrico.

La intensa actividad de estos profesionales de Sevillana Endesa se desarrolla tanto en semanas previas para confirmar que la infraestructura eléctrica que alimenta a la aldea esté en óptimas condiciones, como para hacer llegar el suministro a instalaciones provisionales de hermandades y feriantes sin ubicación fija en la zona y para estar alerta durante las 24 horas de los cuatro días —entre mañana viernes y el próximo lunes— por si hubiera que actuar ante una posible incidencia en el servicio.

Potencia equivalente a la de una ciudad de 30.000 habitantes:
Todo ello hace que en un espacio de tiempo muy reducido haya que estar vigilante ante una gran demanda que el resto del año está en mínimos indicadores.

Y para que la demanda de electricidad tenga los mejores niveles de calidad, la potencia instalada en la aldea es de 35 megavatios, lo que equivale a la que tiene una ciudad de aproximadamente 30.000 habitantes, con la particularidad de que, en el caso de la aldea del Rocío esta cifra se multiplica por índices muy elevados en un período de apenas cuatro o cinco días ya que cada casa acoge muchas más personas que cualquier domicilio habitual de cualquier ciudad.

El punto más elevado de demanda de energía eléctrica de estos “temporales” habitantes se situó el pasado año a las 23,00 horas del sábado 7 de junio con 12.868 kilovatios, coincidiendo con la mayor afluencia por la llegada ya de todas las hermandades y las visitas de numeroso público que se acerca hasta el lugar de forma no organizada.

Es previsible que este año se repita ese día y a esa hora aproximadamente el punto de mayor carga de demanda, que puede elevarse hasta los 13.000 kilovatios en función de la afluencia y climatología.

Instalaciones eléctricas:
Para que, desde el punto de vista eléctrico, todo transcurra con normalidad Sevillana Endesa (que tiene su propio Plan de Contingencia específico y en contacto con el Centro Coordinador de Emergencias) dispone en la zona de una subestación transformadora de 66 a 15 kilovoltios y 20 megavatios de potencia, exclusiva para la aldea; a ello se suma un “carretón” (equipo auxiliar electrógeno) con una relación de transformación similar y 15 megavatios de potencia, lo que es suficiente para la demanda prevista.

Estas instalaciones quedan apoyadas durante el evento en alta tensión por las subestaciones próximas de Torrearenillas, Almonte y Matalascañas, desde donde parten las líneas de alta tensión (66 kilovoltios) que alimentan la subestación. Todas estas instalaciones y los operarios que las operan cuentan con dispositivos de telecomunicaciones internas y de conexión con el Centro de Operación de la Red Eléctrica de Sevilla, el Centro de Control de Media Tensión y el Centro de Control de Baja Tensión provinciales, lo que ante una posible incidencia agilizaría y facilitaría las maniobras de reposición.

Además, intervienen en la alimentación y distribución de energía eléctrica cuatro líneas más de media tensión (15 kilovoltios) denominadas Parque Maquinaria, Tarangales, Rocío y Matalascañas (las dos últimas subterráneas) de las que dependen 28 centros de distribución.
Todo ello ha sido especialmente revisado y, en caso necesario, reconfigurado, adaptado y/o sustituido paramenta y elementos en días previos al encuentro en la aldea del Rocío.
Así, durante el período que comprende el Plan Romero (desde Semana Santa al día de hoy) los técnicos de Sevillana Endesa han revisado y realizado termografías en las líneas de alta tensión Torrearenillas – Rocío, Torrearenillas – Mazagón – Matalascañas, Rocío – Almonte, Almonte –La Palma, Rocío – Matalascañas y Rocío – Pilas; en las subestaciones Rocío, Almonte, Matalascañas, Mazagón, Torrearenillas y La Palma; y las líneas de media tensión antes descritas.
Por su parte, durante el período de concentración máxima en la propia aldea, y dentro del denominado Plan Aldea, se realizará un control, seguimiento y vigilancia diarios para comprobar el funcionamiento óptimo de todas estas instalaciones y atender las incidencias que pudieran producirse.