Excluyendo esos ajustes contables, Santander obtuvo un beneficio ordinario de 5.081 millones en 2020, un 38% menos en euros corrientes

Banco Santander ha registrado una pérdida atribuida de 8.771 millones de euros en el conjunto del año 2020 tras la actualización del fondo de comercio por inversiones históricas y de los activos fiscales diferidos (DTAs) por valor de 12.600 millones, sin efecto en caja, anunciada en el segundo trimestre, y nuevos cargos en el cuarto trimestre (1.146 millones) vinculados, principalmente, con los costes de reestructuración en España.

Excluyendo esos ajustes contables, Santander obtuvo un beneficio ordinario de 5.081 millones en 2020, un 38% menos en euros corrientes, debido al aumento de provisiones vinculadas a la pandemia. Aunque ésta ha tenido un gran impacto en la economía, el margen de intereses y los ingresos por comisiones han mostrado signos de recuperación en el segundo semestre del año. De hecho, el banco logró en el cuarto trimestre sus mayores ingresos de clientes de los últimos dos años en euros constantes.

El beneficio ordinario del cuarto trimestre fue de 1.423 millones, un 16% menos frente al tercer trimestre (-18% interanual), dado que la mejora en el margen de intereses (+4%) se vio contrarrestada por la contribución al fondo de garantía de depósitos en España y el impuesto bancario en Reino Unido, además de por las mayores provisiones.

Mientras, la ratio de capital CET1 subió hasta el 12,34%, muy por encima del rango objetivo del 11-12%.

“Los resultados de 2020 reflejan la resiliencia y fortaleza del modelo de negocio y de la estrategia de Santander. El beneficio antes de provisiones está en línea con el de 2019 en euros constantes y hemos obtenido un resultado ordinario de más de 5.000 millones de euros en un entorno muy difícil”, ha afirmado la presidenta de Banco Santander, Ana Botín.

Dividendo

Tras haber abonado 0,10 euros por acción mediante acciones nuevas el pasado noviembre, el consejo tiene la intención de pagar otros 2,75 céntimos de euro en efectivo por acción correspondiente a 2020.

Además, tiene la intención de recuperar un payout de dividendo en efectivo del 40-50% del beneficio ordinario en el medio plazo. Sobre la remuneración con cargo a los resultados de 2021, la intención es volver a pagar dividendos cuando las recomendaciones del Banco Central Europea lo permitan, en línea con lo anunciado en abril de 2020.

“Hemos demostrado que nuestra estrategia, nuestra escala y nuestro modelo de negocio son un buen punto de partida. En adelante, la transformación hacia One Santander, la expansión de PagoNxt y el Digital Consumer Bank, liderados por un equipo aún mejor y más diverso, nos permite tenerla confianza de reiterar nuestros objetivos a medio plazo de alcanzar un RoTE de entre el 13 y el 15% y de pagar un payout en efectivo del 40-50%, sujeto a la recomendación del regulador al sector”, ha apuntado Botín.