la evolución de las distintas secciones de actividad refleja el grado de afectación de la situación “tan especial”

El coste por hora trabajada cerró el año 2020 con un aumento del 3,1% en el cuarto trimestre de 2020 respecto al mismo periodo del año anterior.

Según muestran los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados este miércoles, si se eliminan los efectos estacionales y de calendario, la variación anual del coste por hora fue del 3,5%.

Por componentes del coste, el coste salarial registra una variación anual del 2,8% en datos corregidos y los otros costes aumentan un 5,7%.

El organismo recuerda que la evolución de las distintas secciones de actividad refleja el grado de afectación de la situación tan especial derivada de la pandemia y de las medidas puestas en marcha para su contención. El Real Decreto-ley 30/2020, de 29 de septiembre, de medidas sociales en defensa del empleo, prorroga los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) hasta el 31 de enero de 2021 y establece, entre otras medidas, diferentes porcentajes de exoneración en las cuotas a la Seguridad Social.

La hostelería continúa siendo la sección de actividad más afectada por la situación. El descenso del coste salarial ha sido superior al del número de horas trabajadas este trimestre, dando como resultado una disminución salarial del 4,0% respecto al cuarto trimestre de 2019.

Por su parte, el pago de parte de las cotizaciones sociales e incapacidades laborales, junto a la bajada de las horas trabajadas, provocan que los otros costes presenten un crecimiento anual del 13,5%.

Las secciones que en su mayor parte incluyen actividades consideradas esenciales, como el suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado, suministro de agua, actividades de saneamiento, gestión de residuos y descontaminación, información y comunicaciones, actividades financieras y de seguros, administración pública, educación y sanidad, se han visto poco afectadas por la situación actual.

El resto de secciones comprenden combinaciones de actividades económicas que dan lugar a distintos niveles de afectación. Las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento y los otros servicios se encuentran entre las más afectadas, mientras que la industria manufacturera, la construcción, las actividades profesionales, científicas y técnicas y las actividades administrativas y servicios auxiliares han tenido una menor repercusión.