Alberto Turégano
Socio de Líderes y Digitales
Profesor del Programa Ejecutivo de Big Data & Business Analytics de EOI – Escuela de Organización Industrial
Términos como Data Analytics, Big Data, Inteligencia Artificial, Machine Learning o Data Storytelling están de moda y en boca de muchos. Más allá de ser una moda pasajera, estos términos han venido para quedarse.
No cabe duda alguna de que los datos son ya el recurso más valioso del mundo de los negocios como vaticinaba The Economist en el año 2017. En el ranking de las 100 firmas con mayor capitalización bursátil del mundo a cierre de 2018(1), siete Data Driven Companies se cuelan en el top 10.
Ha llegado el momento de considerar el dato como un activo estratégico y apalancarse en él para tomar mejores decisiones, hacer los procesos de negocio más eficientes y, en definitiva, monetizarlo.
La buena noticia es que vivimos en un momento donde se generan más datos que nunca(2) y la tecnología es cada vez más barata. Cualquier organización, independientemente de su tamaño, puede realizar una modesta inversión para extraer ese valor que ocultan los datos. Es la llamada democratización del conocimiento.
Sin embargo, la situación dista mucho de ser la ideal. Un reciente estudio realizado por Minsait(3) en empresas españolas, arroja datos como los siguientes:
Estrategia: el 54% de las empresas carece de programas para sacar provecho de los datos.
Organización: el 65% de las compañías tienen un comité directivo que apoya el Data Analytics y el 23% tienen un gobierno sólido que asegure una calidad de dato aceptable.
Tecnología: únicamente el 11% trabaja con herramientas para optimizar el gobierno del dato.
Cultura y talento: el 28% reconocen una cultura de calidad del dato, el 25% emplean nuevas formas de trabajo en torno al dato y el 17% cuentan con perfiles especialistas de analítica.
Se apunta a las personas (62,5%)(4), seguido de los procesos (30%), como causa principal por la que no se consigue inculcar la cultura del dato en las organizaciones. No existe un problema de tecnología (7%). Estamos claramente ante un problema cultural y de capacidades de las personas en las organizaciones. No existen suficientes perfiles analíticos, curiosos sobre lo que “dicen” los datos, con mentalidad Hacker, con conocimientos sobre la visualización de datos o el Data Storytelling(5).
Para terminar, y siguiendo la técnica del sándwich (la noticia mala va en el centro), puede afirmarse que se ven brotes verdes. En 2019, Gartner, en su encuesta anual a directores de datos, predecía que en 2020 el “80% de las organizaciones habrían iniciado el desarrollo deliberado de competencias en el campo del conocimiento de datos para superar deficiencias extremas”. Se haya o no alcanzado este porcentaje, puede constatarse que las organizaciones están cada vez más comprometidas en el desarrollo de estas habilidades, ofreciendo capacitaciones y certificaciones a sus empleados en este ámbito. Sin duda, es hora de cubrir el gap cultural existente y superar las resistencias internas mediante la alfabetización de datos para que las organizaciones se transformen en Data Driven Companies.
(1) https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/12/28/companias/1546023529_428376.html
(2) https://es.statista.com/grafico/17734/cantidad-real-y-prevista-de-datos-generados-en-todo-el-mundo/
(3) https://www.madurezdigital.minsait.com/
(4) https://newvantage.com/wp-content/uploads/2018/12/Big-Data-Executive-Survey-2019-Findings-Updated-010219-1.pdf
(5) https://amp-expansion-com.cdn.ampproject.org/c/s/amp.expansion.com/expansion-empleo/profesiones/2020/02/27/5e57a7b3468aeb86768b458d.html