Felisa Becerra BenítezFelisa-Becerra-web

Analistas Económicos de Andalucía

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Según apunta el último informe de la OCDE, las perspectivas han mejorado en los últimos meses. La actividad habría conseguido repuntar en muchos sectores, adaptándose a las restricciones derivadas de la pandemia, y se espera que las medidas gubernamentales de estímulo, especialmente en EE. UU., supongan un importante impulso para la actividad económica.

No obstante, es preciso acelerar el proceso de vacunación y mejorar su eficacia a nivel mundial para consolidar la recuperación. Las perspectivas de crecimiento mejorarían si la producción y distribución de dosis se acelera, si hay una mayor coordinación a nivel mundial y si se logra anticiparse a las mutaciones del virus, lo que permitiría relajar las medidas de contención de forma más rápida. Por el contrario, el gasto de los consumidores y la confianza empresarial se verían afectados si los programas de vacunación no fuesen lo suficientemente rápidos para reducir las tasas de infección, o si se generalizan las nuevas variantes y eso obligase a modificar las vacunas actuales.

El Producto Interior Bruto (PIB) mundial podría crecer un 5,6% en este año, según la OCDE, lo que supone una revisión al alza de más de un punto porcentual con respecto al informe de Perspectivas Económicas del pasado diciembre, estimándose para 2022 un aumento del 4,0%. La producción mundial podría alcanzar niveles previos a la pandemia a mediados de 2021, aunque el ritmo de la recuperación dependerá, en gran medida, de las vacunas y las nuevas variantes del virus.

Las perspectivas de crecimiento varían mucho entre países y sectores. Según la OCDE, en EE. UU. el PIB podría crecer un 6,5% en 2021, lo que representa una revisión al alza de más de 3 puntos porcentuales (p.p.) con respecto al pasado diciembre, que refleja en parte el importante estímulo fiscal previsto junto con un proceso de vacunación más rápido. Por su parte, en la Zona Euro, donde el estímulo fiscal es menor y la vacunación va más lenta, las previsiones apuntan a un aumento del PIB del 3,9%, 0,3 p.p. superior al previsto anteriormente. Asimismo, las perspectivas son mejores para la región de Asia-Pacífico, en la que varios países han conseguido contener eficazmente el virus y la actividad industrial ha recuperado dinamismo, con un crecimiento previsto para la economía china del 7,8%.

Los servicios se están viendo más afectados por las restricciones a la interacción social y a la movilidad que el sector industrial, que está recuperándose más rápidamente. De este modo, aquellos países con mayor peso del turismo, la hostelería y el ocio están sufriendo un mayor impacto de la pandemia, como es el caso de la economía española. Cabe recordar que los ingresos por turismo han disminuido en torno a un 77% en 2020. Sin embargo, el crecimiento estimado para 2021 ha experimentado la mayor revisión al alza entre las principales economías de la Zona Euro, anticipando la OCDE un crecimiento del 5,7%.

El Panel de previsiones de FUNCAS también apunta a un crecimiento del PIB en 2021 cercano al 6%, en concreto del 5,9%, aunque esta cifra supone una revisión a la baja de cuatro décimas respecto a la anterior previsión, estimándose un descenso del 0,4% para el primer trimestre del año. Según el consenso de panelistas, la tasa de paro medio anual podría aumentar hasta el 16,7%, 0,5 puntos menos que en el anterior panel, en tanto que la inflación podría mantenerse en positivo en los próximos meses, tras las variaciones negativas registradas desde abril de 2020, debido, entre otros factores, al repunte en los precios del petróleo.

La economía andaluza habría experimentado en 2020 una caída ligeramente más moderada que la registrada por la economía española (-10,3% y -11%, respectivamente), destacando el fuerte descenso de las exportaciones, en especial de las de servicios, a causa del desplome del turismo. También han disminuido las exportaciones de bienes, pero en menor cuantía, manteniéndose prácticamente estables las ventas al exterior del sector agroalimentario, principal sector exportador andaluz (40% del valor exportado por Andalucía en 2020). La supresión temporal de aranceles de EE. UU. a las exportaciones españolas de algunos productos agroalimentarios, caso del aceite de oliva o las aceitunas, es una buena noticia para el sector, y de convertirse en definitiva ayudaría a recuperar cuota de mercado.

Precisamente, aquellas provincias con un mayor peso del sector agrario en su estructura productiva, caso de Almería, Huelva, Jaén o Córdoba, habrían experimentado un menor descenso del PIB en 2020. Por el contrario, en Málaga y Cádiz, donde este sector apenas representa el 3% del valor añadido de la provincia, y el turismo y la hostelería tienen una mayor relevancia, la caída de la producción habría sido mayor, con tasas del -14,0% y -10,7%, respectivamente. Son precisamente estas dos provincias las que continúan mostrando un mayor descenso en el número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social, mientras que en Jaén y Almería el número de trabajadores es superior al de febrero de 2020, siendo similar en Córdoba.

 

Artículo incluido en la edición de abril de Agenda de la Empresa