El cáncer de pulmón es la principal causa de mortalidad por cáncer en los Estados Unidos y Europa, incluyendo a España, donde se estima una incidencia de esta enfermedad para el año 2.012 de 24.500 casos. El tabaquismo es la causa más común del cáncer de pulmón. Para los fumadores, el riesgo de padecer esta enfermedad es unas diez veces más alto que para los no fumadores La duración del tiempo que se fuma parece ser más importante que la cantidad de cigarrillos. Si una persona deja de fumar, el riesgo disminuye con los años, pero no se llega nunca al nivel basal inicial. Los médicos especialistas aconsejan a los ex fumadores que se vigilen durante un par de años después de dejar el tabaco. Otro dato a tener en cuenta es que el tabaquismo pasivo aumenta el riesgo de cáncer de pulmón en torno a un 30%. Por otro lado, en España, el número de mujeres fumadoras ha aumentado considerablemente en las últimas décadas, siendo alarmante el porcentaje de mujeres jóvenes y adolescentes fumadoras, casi un 30%.

El cáncer de pulmón es uno de los tipos de cáncer con peor pronóstico, en España y en el resto del mundo, debido a la agresividad del tumor y a la dificultad de realizar un diagnóstico precoz. En general, cuando el estadio es avanzado, como suele suceder al hacer el diagnóstico, las terapias actuales no son efectivas. Recientemente, se están realizando esfuerzos importantes en la detección precoz y en terapias basadas en las alteraciones moleculares características de cada tipo de cáncer. Es de vital importancia fomentar la investigación traslacional con el desarrollo de fármacos específicos que se dirijan selectivamente a las células tumorales, con independencia de dónde se encuentren en el organismo. En este sentido, las Universidades y Centros de Investigación tienen mucho que hacer. Además de fomentar y comprometerse con la investigación, deben promover y coordinar el traspaso de información desde los grupos de investigación a las empresas farmacéuticas y biotecnológicas. Así, por ejemplo, la Universidad de Sevilla, donde trabajo sobre terapia oxidativa antitumoral, dispone de la OTRI (Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación), que nos está ayudando a promover patentes, precisamente en cáncer de pulmón, para la protección y explotación comercial de nuestros resultados.

No obstante, mientras se encuentran métodos de diagnóstico viables y tratamientos efectivos, tendremos que hacer un esfuerzo en evitar los riesgos de padecer cáncer de pulmón. Como se ha comentado anteriormente, el consumo de tabaco es el factor de riesgo principal, aunque el cáncer no es el único problema de salud que promueve el tabaco, también provoca problemas cardiovasculares importantes. En este sentido, nuestro Gobierno ha sacado recientemente la Ley 42/2010 de medidas sanitarias frente al tabaquismo. Esta ley antitabaco, entre otras cosas, prohíbe fumar en todos los espacios cerrados de uso público o colectivo, incluyendo centros de trabajo privados. En los hoteles y establecimientos análogos tampoco se podrá fumar, salvo en los espacios al aire libre; aunque podrán habilitarse habitaciones fijas para fumadores, siempre que cumplan con los requisitos establecidos. La norma parece más rigurosa en los centros y establecimientos sanitarios, ya que la prohibición abarca tanto a espacios cubiertos como los espacios al aire libre comprendidos en sus recintos; con la salvedad de los psiquiátricos, donde se podrán habilitar salas acondicionadas para fumadores.

Hay que considerar que esta ley es un acierto, por mucho que se quejen los propietarios de establecimientos y negocios del sector hostelero. Hay muchos fumadores que agradecen esta ley ya que les obliga a fumar menos, y no sólo por salud sino también por la reducción del gasto. Aunque cueste trabajo imaginarse bares y discotecas sin humo, es fundamental que sea así para una sociedad mas justa y sana. No se cerrarán los bares por falta de público. De hecho, en general, la cosa ha ido bien en el resto de Europa y en los Estados Unidos, donde hace ya años que se aplica esta normativa. Lo que sí es reprobable de esta ley es la falta de previsión. Los propietarios han gastado mucho dinero para acondicionar los locales para la convivencia de fumadores y no fumadores, determinado por la ley de 2005. Y ahora, en muy poco tiempo, se les obliga a prohibir fumar en sus locales sin que haya dado tiempo a amortizar lo invertido. Deberían devolver el dinero invertido a aquellos que lo gastaron en acondicionar sus locales.

Ante esta polémica, no olvidemos que dejar de fumar es la medida de prevención más eficaz para disminuir el riesgo de cáncer de pulmón y otras patologías derivadas del tabaquismo. Por lo tanto, todas las medidas tomadas por las Administraciones que vayan en esta dirección deben ser siempre bien recibidas. A la larga nos alegraremos.

Manuel de Miguel Rodríguez
Investigador de la Universidad de Sevilla
Dpto. Citología e Histología Normal y Patológica
Facultad de Medicina. Universidad de Sevilla