Ángel Gallego Morales Ángel Gallego WEB opinion

Presidente del Consejo Económico y Social de Andalucía

 

 

A veces la vida nos regala la oportunidad de consignar un milagro trivial en el que no suele repararse hasta después que ha pasado: la experiencia de compartir un quehacer creyendo en él.

Y de ello quiero dar cuenta en estas líneas de felicitación al Grupo Informaria por este vigésimo quinto aniversario, desde el reconocimiento a todo el grupo humano que comparte esa experiencia en los distintos canales informativos que conforman el Grupo Informaria.

Decía Benjamin Franklin que hay tres tipos de personas en el mundo: los inamovibles, los movibles y los que se mueven. A esta última categoría pertenece Manuel Bellido, quien “acometió la empresa”, en el sentido más clásico y genuino de la expresión, de poner en el mercado editorial un medio informativo inspirado en los mejores valores.

Con ocasión del cumplimiento del vigésimo aniversario, Manuel Bellido publicó Estas son mis cartas, libro que permitía rememorar nuestra vida política, social y económica desde las cartas del director de Agenda de la Empresa, primera cabecera editorial del grupo, a manera de anales de vicisitudes de un tiempo apasionadamente vivido.

Tuve el honor de prologar el libro y daba cuenta entonces de que, desde esa atalaya, el director de Informaria ha venido ejerciendo el duro oficio de pensar, la osadía de hacerlo con libertad, sin pagar diezmos a los guías oficiales u oficializados, sin tributos a los poderes.

Igualmente afirmaba que, en tiempos de proliferación de críticos, comentaristas y predicadores cuya aportación más acabada es confundir a incautos, había que recibir con alborozo la aportación de ese breviario experimental que nos ofrecía Manuel Bellido desde su inquebrantable espíritu crítico y su insobornable compromiso con la realidad.

De esa personalidad de su fundador está transida toda la línea editorial del Grupo Informaria, que transita por la entera orografía de la vida económica, social y política de nuestra tierra, con análisis donde se aúnan la lealtad con los hechos y el poder transformador del deseo.

Es un lugar común afirmar que la información es perecedera, mas no lo son los valores y principios que la inspiran, de manera que cuando se atraviesan desiertos de desinformación programada, el mejor hallazgo es un oasis de vocación informativa, gobernada por el compromiso siempre estimulante con la verdad como el que representa el Grupo Informaria.

Frente a los efectos narcotizantes de mensajes fútiles, y de dimisiones de deberes de ciudadanía perceptibles en otros espacios “informativos”, en el Grupo Informaria siempre se ha practicado el deber ciudadano de mantener la boca abierta, y se ha alimentado el debate público de temas que a todos nos conciernen, usando como carburante intelectual el espíritu crítico, de manera que, porque así lo ha querido su línea editorial, se ha fomentado el deseo de que, aun en los momentos oscuros, haya algo a que aferrarse.

Sin atender a esa pulsión, hojear la información de los últimos 25 años solo sería como guardar los únicos calendarios que hayamos conservado de los días idos, con la esperanza de ver reflejadas en esas páginas moradas y estanques que ya no existen, como en los viejos libros de antaño, que diría Proust.

Por eso la contribución del Grupo Informaria es tan sustancial, porque permite frecuentar los meandros de nuestra reciente memoria desde una mirada cuya intencionalidad es confesa y de incontestable e inusitada nobleza, y que, en palabras de su director, Manuel Bellido, no es otra que “inspirar a las personas, impulsarlas, acompañarlas y animarlas para que no dejen de perseguir grandes metas, y… ayudar a resolver los problemas de la sociedad en la que vivo, empezando por la comunidad andaluza”. Sobra la exégesis.

Gracias por sobrevivir en el duro oficio de editar de manera independiente, haciendo de la excelencia un hábito y por la insobornable honestidad intelectual de vuestro trabajo informativo.