Álvaro Vioque 
mktg.&management for education
Me felicito, si, por el honor que supone poder compartir cada mes, mis ideas y reflexiones en Agenda de la Empresa.
En este periodo de tiempo que, en términos de actualidad reflejada en los medios, como he recogido en los artículos de los meses de enero de 2018 y 2019, ha parecido en muchas ocasiones una copia burda de la película El día de la marmota. Durante estos cuatro últimos años en los que desde luego que ha habido buenas noticias y fantásticos avances en los campos sociales, científicos, educativos, académicos, económicos pero que, sin embargo, en los medios de comunicación, lo que en gran cantidad de ocasiones ha primado es la post verdad, la vulgaridad, el dramatismo y la falta de rigor, el poder contar con una tribuna como Agenda de la Empresa es un auténtico lujo.
Una confesión: en mi casa el correo lo dejan entre el cristal de una ventana y una reja que lo protege y que da al recibidor, así que desde el interior se vislumbra la silueta de los sobres que ahí depositan hasta que los recogemos, sobres que suelen contener o información bancaria o multas de tráfico o comunicaciones de hacienda otras veces, vamos la mayoría de las veces información insulsa o malas noticias.
Sin embargo, cuando cada principio de mes al poco de su publicación digital llega el ejemplar impreso de Agenda, el ver la silueta en la ventana de un sobre en este caso mayor de lo normal me produce una sensación de tranquilidad y de sosiego. Sé que es mensajero de buenas noticias, de optimismo, de equilibrio, de ideas y en mi caso concreto que vivo en Barcelona, una ventana abierta a la realidad y futuro del mundo de la empresa andaluza y constante fuente de aprendizaje.
Lógico, los proyectos suelen ser imagen y reflejo de sus creadores y Manuel es así, optimista, equilibrado, firme en sus convicciones y forjador de alianzas y paz.
Una ráfaga, no, un huracán de aire fresco. Deseo a Agenda de la Empresa y a todo su equipo que siga soplando cuando menos 25 años más.
¡Muchas felicidades y un millón de gracias!
