El auge de los vuelos baratos en España no tiene freno. Las compañías de bajo coste ( low cost ) transportan ya a tres de cada diez pasajeros que aterrizan en el país procedentes del extranjero. Un negocio que en los diez primeros meses de este año ha crecido tres veces más que el de las aerolíneas tradicionales. En concreto, un 14,8% hasta sumar 15 millones de viajeros frente al avance del 3,7% de los grandes operadores, según los datos del último informe del Instituto de Estudios Turísticos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Tal es la importancia de este segmento que más del 37% de los pasajeros que aterrizan en la Comunidad Valenciana, Cataluña, Andalucía o Baleares llegan en alguna de estas firmas.

La fortaleza del bajo coste ha obligado a algunas aerolíneas tradicionales a imitar su modelo para no quedar desbancadas, sobre todo en el mercado doméstico. Es el caso de Iberia, que junto a cuatro socios (entre ellos su franquiciada Air Nostrum) ha lanzado Clickair para no quedarse atrás. Otras, como Spanair o Air Europa, han aumentado sus frecuencias y destinos en España de forma notable, muchas veces con tarifas muy atractivas con las que poder competir.