El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha anunciado la nacionalización de los hidrocarburos mediante un decreto que obliga a las multinacionales que operan en el país, entre las que se encuentra Repsol YPF, a entregar toda su producción al Estado.

“Se acabó el saqueo de nuestros recursos naturales por empresas extranjeras”, señaló ayer Morales. Momentos después el ejército boliviano tomaba el control de los campos petrolíferos. Y es que el nuevo decreto obliga a las multinacionales a entregar toda su producción al Estado de inmediato para su comercialización e industrialización a través de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

Las principales empresas que operan en Bolivia, Repsol YPF, la brasileña Petrobrás, la francesa Total y las británicas British Gas y British Petroleum, tienen 180 días para adaptarse a la nueva normativa y seguir operando. De lo contrario, deberán abandonar el país. El decreto también afecta a las inversiones de las estadounidenses Panamerican Energy y Exxon Mobil, la argentina Pluspetrol, la Canadian Energy y la coreana Dong Wong.

Por otro lado, anunció la confiscación de las acciones necesarias de varias empresas mixtas con la intención de que YPFB tenga en ellas más del 50%. La medida afecta directamente a Andina, la filial de Repsol YPF, así como a otra de Petrobrás.

El país posee reservas de 48,7 billones de pies cúbicos de gas, los siguientes en importancia del continente americano después de los de Venezuela, que tiene el triple.

Morales advirtió que si las empresas no respetan su decisión, “ nos haremos respetar a la fuerza, porque se trata de proteger los intereses de un país”. Además, señaló que las empresas que en 2005 hayan producido volúmenes iguales a los cien millones de pies cúbicos diarios sólo se beneficiarán con el 18% de la producción. El resto, irá a las arcas del Estado. Las empresas que hayan producido menos se mantendrán bajo el actual esquema, que reconoce regalías para del 18% y un impuesto directo sobre hidrocarburos del 32%.