Un total de 94 barcos de cerco y 648 tripulantes con base en los puertos de las provincias de Huelva y Cádiz han vuelto a la actividad pesquera después de 45 días de paro biológico. Con esta medida, la flota cumple una de las actuaciones previstas en el Plan para la conservación y gestión sostenible de la pesquería de cerco en el caladero nacional del Golfo de Cádiz, aprobado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación el pasado mes de noviembre.
Los armadores de los barcos afectados han solicitado a la Consejería de Agricultura y Pesca las ayudas previstas por la Unión Europea para compensarles. El importe de las mismas depende del tonelaje, con una media de unos 5.000 euros por barco

A su vez, los tripulantes que durante el paro no se han acogido al desempleo perciben unas ayudas por importe de 25 euros por día, lo que supone unos 1.125 euros por tripulante. Estas ayudas se librarán una vez que se certifique que los barcos han respetado la parada biológica, así como que los tripulantes no hayan trabajado como pescadores en otros barcos y no se hayan acogido al desempleo.

Además de la veda que terminó el 31 de diciembre, el plan contempla otras medidas para mejorar el estado de los recursos pesqueros a los que se dedica la flota de cerco, principalmente sardina y boquerón. Así, se establece un esfuerzo de pesca no superior a 200 días anuales distribuidos en un máximo de 5 días a la semana y un descanso semanal continuado de al menos 56 horas.

Asimismo, los barcos tienen unos topes de capturas diarias de hasta 3.000 kilos de sardina y otros tantos de boquerón. En caso de mezcla, no podrá sobrepasarse el límite total de 6.000 kilos.

Los ceses temporales que realizan las flotas andaluzas son consensuados con el propio sector, a través de las Cofradías de pescadores y asociaciones de armadores, como medida para recuperar las poblaciones de peces, mejorando la rentabilidad y sostenibilidad de las diferentes pesquerías.