Iberia tiene previsto acometer en breve plazo una ampliación de la capacidad interna de sus aviones de medio y largo radio, que es la más numerosa. La idea con la que trabaja la dirección de la compañía es incluir más asientos en las aeronaves para poder vender más billetes, gracias a la nueva reordenación interna que piensa acometer.

Según Iberia, no se trata de «enlatar» a los pasajeros y reducir la separación actual de los asientos, sino más bien de aprovechar espacios que han dejado de tener sentido funcional tras la reducción o eliminación de algunos servicios de a bordo, tales como el «catering» en vuelos nacionales.

Air France ha «densificado» recientemente también una buena parte de su flota, sobre todo los Airbus 319, obteniendo una media de 20 asientos más por avión. La intención de Iberia con esta medida es elevar la rentabilidad para poder enfrentarse con éxito a las aerolíneas de bajo coste, que en aviones de medio y largo radio tienen en ocasiones hasta 50 plazas más que lo habitual en las líneas regulares.

La medida forma parte del tercer Plan Director 2006-2008, que Iberia ya está comenzando a redactar y quiere negociar con los sindicatos de la empresa, para que pueda ser aplicado a finales de año o como muy tarde a primeros de 2006.

El nuevo Plan Director 2006-2008, según fuentes de Iberia, se centra sobre todo en poner en marcha medidas destinadas a incrementar la productividad sin aumentar la plantilla, para que la compañía aérea pueda competir en mejores condiciones con las aerolíneas de bajo coste, cuya cuota de mercado en Europa ha pasado del 5% en 2000 al 20% a finales de 2004, año en el que arañaron un 5% a los operadores tradicionales.

Fuentes de Iberia han añadido que estas acciones no significan que la compañía «relaje» su apuesta por la clase «business». Al contrario, según la empresa, la clase de negocios sigue siendo una apuesta estratégica de primera magnitud. De hecho, recientemente se ha eliminado el asiento central en esta categoría para ofrecer más comodidad a los pasajeros en las rutas europeas y en la nueva terminal de Madrid-Barajas (T4) los clientes de esta clase disfrutarán de un acceso diferenciado y exclusivo a la aeronave.

Pero para poner en marcha la mayor parte de las medidas del nuevo Plan Director 2006-2008, Iberia tendrá que negociar duramente con su plantilla, particularmente con el colectivo de vuelo (pilotos y tripulantes de cabina de pasajeros), al ser este área donde considera que más se puede incrementar la productividad.

Concretamente, los pilotos están sin convenio colectivo desde primeros de año, al vencer el 31 de diciembre pasado el laudo arbitral de obligado cumplimiento, que puso fin a los conflictos entre la dirección de la compañía y el Sepla hace tres años.

Las negociaciones con la nueva dirección del Sepla en Iberia no tienen fecha de inicio, aunque es previsible que al igual que con el resto de colectivos los primeros contactos comiencen en las próximas semanas.

El consejero delegado de Iberia, Ángel Mullor, negoció un convenio colectivo con el Sepla antes de finalizar el pasado año; sin embargo, los pilotos lo rechazaron en asamblea, lo que además forzó una renovación de la sección sindical del Sepla en Iberia. La compañía ya ha adoptado prácticamente todas las medidas de productividad que podía poner en marcha durante los últimos años, que además han dado sus frutos y la empresa ha podido presentar resultados positivos en ejercicios críticos para todo el sector del transporte aéreo internacional.

La aerolínea ha reducido al 1% las comisiones de las agencias de viajes, asunto en el que fue pionera, tras implantar con éxito la venta de billetes a través de internet, y ya ha comenzado a instalar máquinas de auto facturación en algunos aeropuertos. También se ha ahorrado costes al limitar el servicio de a bordo en los trayectos más largos.

Todas estas medidas han hecho que Iberia incrementase sus beneficios un 52,4% durante 2004, al pasar de 144,372 millones de euros en 2003 a los 219,988 millones del pasado ejercicio. La facturación aumentó asimismo un 4,2%, al pasar de 4.610 millones en 2003 a 4.805 millones en 2004.