Interactiva, empresa del Grupo Ibergest que ofrece servicios de mantenimiento para inmuebles e instalaciones propias del sector agroalimentario, recomienda la ozonización como tratamiento de choque para garantizar la seguridad y conservación de los alimentos.

A través del procedimiento de choque mediante la ozonización, se genera la activación de la molécula diatómica, que consigue un efecto esterilizante al eliminar  microorganismos como bacterias, virus, hongos, etc. De esta forma, permite a los alimentos mantenerse en las condiciones ideales libre de la presencia de microbios patógenos, para su ingestión.

Las medidas que el sector alimentario introduce con un alto grado de eficacia para combatir los microorganismos más virulentos no siempre son suficientes para su eliminación.  

Tal y como señala Enrique Cortina, Director de Limpieza de Interactiva Ibergest, “es importante destacar que los principales pasos para una prevención apropiada, en el mantenimiento de las instalaciones, están relacionadas con una estricta higiene, con una refrigeración adecuada para evitar el desarrollo de gérmenes y con una correcta desinfección de los alimentos antes de su consumo. Por ello, la importancia y eficacia del ozono es primordial a la hora de conservar los alimentos seguros e higienizados”. Además, añade: “El ozono ha demostrado una reducción en la carga bacteriana de carnes, pescado, vegetales, así como la desinfección de superficies, utensilios y equipos empleados en la producción, transformación y distribución de alimentos.”

Asimismo, no sólo la protección a través de ozonización se aplica sobre los alimentos. El equipamiento de los restaurantes, supermercados, hoteles, hospitales o geriátricos deben de mantener y garantizar también una óptima higienización.

“Por ejemplo, la limpieza e higiene son necesarias en las cocinas colectivas porque evitan las contaminaciones masivas. En el caso de las cámaras frigoríficas en general, el empleo periódico de ozonización impide la mezcla de olores e incrementa la conservación de la mercancía almacenada”, continua Cortina.

Especial atención cobran los equipos de mantenimiento de los comestibles como las cámaras frigoríficas de fruta y verdura y las salas blancas alimentarias que gracias a los tratamientos periódicos que se producen en éstas permiten regular el helio y con ello la maduración de las frutas, evitando su putrefacción y caducidad. Con ello se reducen muchos costes en lo que se refiere a la pérdida de mercancía, así como la prevención de enfermedades e intoxicaciones derivadas de la mala convervación.

“No hay que ignorar que estos tratamientos de choque, además de ser más eficaces que los métodos tradicionales,  son responsables con el medio ambiente y con los alimentos. De esta forma podemos limpiar superficies sin necesidad de malgastar agua o utilizar productos químicos que contaminen el aire”, concluye Enrique Cortina, Director de la División de Limpieza de Interactiva Ibergest.