La franquicia española de venta de yogur helado Yogurice inauguró este fin de semana el primer punto de venta en Portugal en la ciudad de Seixal en el Centro Comercial Río Sul Shopping.

Yogurice
Yogurice

Yogurice comienza así su apuesta por la internacionalización de la empresa, una vez ha consolidado su posicionamiento en España con la apertura de 40 establecimientos en 10 meses y 50 antes de acabar el año.

Luis Galve, Director de Yogurice explica, “Yogurice ha conseguido hacerse un hueco entre los clientes gracias a la alta calidad de sus productos y por nuestra apuesta en una fórmula exclusiva basada en un producto completamente natural, sano y sin gluten”.

La inauguración de Seixal es la primera del año pero no la última. La compañía tiene previsto abrir otros tres establecimientos antes del 31 de diciembre en Oporto, Lisboa y en el Algarve. Ana Ruiz, directora de expansión de Yogurice afirma, “Tenemos un objetivo mínimo de mantener la línea de crecimiento para 2013, lo que implica la inauguración de 40 establecimientos durante el 2013 en Portugal”.

El mercado portugués está incipiente, inicia su crecimiento este mismo año por lo que el desembarco en el país vecino llega en un momento oportuno. Yogurice espera acabar el año con 50 puntos de venta, cuatro de ellos en Portugal.

Yogurice empieza de este modo su proceso de internacionalización que le llevará en 2013 por todo el continente americano así como diferentes países de Europa.

“El mercado del yogur helado no se está saturando”, afirma Luis Galve, que añade “Se está volviendo más exigente. Es cierto que hay una oferta muy variada, pero ello permite comparar y el cliente actual busca calidad. Los paladares se están desarrollando como pasó en su día con el helado”, explica el Director de Yogurice.

La clave del éxito se basa además de en un producto claramente diferente al resto por su calidad y sus sabores, en una filosofía empresarial volcada con el inversor. La compañía no cobra canon de entrada para poder entrar a formar parte de Yogurice lo que abarata sensiblemente todos los costes para generar trabajo. Por otro lado cada punto de venta es completamente independiente. No se controla económicamente desde la central y se da total libertad a la franquicia para gestionar su contabilidad.