Siempre se ha dicho que para conocer bien una cultura hay que lanzarse a la piscina. Hoteles.com propone a los valientes, algunas de las opciones gastronómicas más singulares del mundo.

¿Carne? Sí, pero…

Johannesburgo, además de ser la ciudad más grande y poblada de Sudáfrica y principal centro económico y financiero del país, es también uno de los lugares más cosmopolitas del continente, lo que ha influido en tradiciones, costumbres y, por supuesto, en su gastronomía.

Entre sus platos típicos destacan el “Ragout de víbora”, el “Kebab de mono” o la “Cola de cocodrilo”, así como otros realizados  a base de especies autóctonas como el antílope o el avestruz. La opción ideal para los amantes de la buena cocina.

Para los que se decidan, el Hotel Claires of Sandton permite una inmersión en la cultura con todas las comodidades por poco más de 90 euros, y provee a todos sus clientes de un estupendo desayuno a cuenta del hotel. Por supuesto, lo que cada uno quiera comer luego… ¡es cosa suya!

Para los especiados

Hotel Trident Gorgaon
Hotel Trident Gorgaon

Los que ya hayan probado la cocina India, pero sin embargo nunca han visitado el país, ¡no saben lo que se pierden!

Especias en estado puro en todas sus variedades, para aderezar carnes, verduras y cualquier producto que se preste. Allí podrán encontrar platos para todos los gustos: desde el ya conocido “Cordero al curry”, hasta el “Cutney de coco”, “Sambar”, “Gushtaba”, unas albóndigas con especias en yogur, o “Biryani”, pollo o cordero con arroz, con sabor a naranja y aliñado con azúcar y agua de rosas.

Para integrarse en la cultura los visitantes podrán incluso ir a comer con una familia nativa anfitriona, ¡y de paso aprender algo en los fogones!. Hoteles.com propone, para los que además no quieran perder la oportunidad de visitar el Taj Mahal, el Hotel Trident Gorgaon, un lujo arquitectónico de cinco estrellas a tres horas en coche del mausoleo más famoso del mundo. El hotel cuenta además con servicios de spa y gimnasio para sus huéspedes, y les brinda la oportunidad de comer en cualquiera de sus tres restaurantes. Un oasis entre Gorgaon y Nueva Delhi.

Con aires imperiales

Entre el Templo de Guangji, la Ciudad Prohibida y la Plaza de Tiananmen se situa el Lihue Courtyard Hotel, un establecimiento donde descubrir la verdadera esencia de oriente. Dentro de un patio tradicional chino, rodeado de jardines, una habitación de lujo no superan los 70 euros, servicio turístico incluido para los aventureros.

Si después de las visitas obligadas apetece tomar contacto con la comida, tiburón, alacrán o escorpión son algunas de las propuestas para vivir emociones fuertes y alejarse completamente de la gastronomía europea. Además, para aquellos indecisos a los que les cueste hacerse a la idea, un consejo: primero probar, y después preguntar.

Riesgo extremo en Japón

Para los usuarios avanzados aquí va una propuesta: el “Fugu”, un famoso pez globo no apto para todos los bolsillos, tampoco para todos los viajeros, ya que se trata de un ejemplar altamente venenoso, por lo que si se quiere arriesgar es mejor confiar en un local autorizado. Para aquellos que disfruten de la gastronomía exótica, pero no hasta este punto, hay numerosos restaurantes donde probar el “Edomae”, nombre que se le da a los platos hechos a base de pescado de la bahía de Tokio, o “Soba”, “Tempura” y, por supuesto, el ya por todos conocido “Sushi”.

En el Ryokan Kamogawa Asakusa se puede disfrutar del ambiente tradicional del lugar, y aprender sus costumbres y ritos. Las instalaciones están compuestas por mobiliario autóctono, futón y juego de té japonés incluidos. Quizás tomarse una infusión sobre un suelo de tatami con cojines ayude a ver la vida desde otro ángulo. Y si no, siempre puedes ir mas allá y apuntarte al servicio de masajes. ¡La experiencia será única!.

Para los que se hayan quedado con ganas de probar: Hoteles.com.