La compañía de telecomunicaciones española estaría contemplando la posibilidad de establecer dos divisiones, una en América Latina y otra en Europa, para protegerse de un nuevo deterioro de la economía española, según ha confirmado Ángel Vilá, director general de finanzas de Telefónica.

César Alierta, presidente ejecutivo Telefónica
César Alierta, presidente ejecutivo Telefónica

La complicada situación de la compañía en España, que ha aumentado su endeudamiento de 19.000 millones de euros en 2003 a 58.300 millones en el primer semestre fiscal de 2012, podría verse agravada si las agencias de calificación bajan la nota a española hasta “basura”, lo que convertiría a la compañía en uno de los mayores deudores del mundo. “En términos de nuestros indicadores, creemos que merecemos una mejor calificación que la que tenemos ahora”, dijo Vilá. Pero “estamos convencidos de que vamos a mantener el grado de inversión”.