Las personas mayores de 65 años son las más vulnerables a la hora de sufrir un incendio, con un índice de víctimas mortales por millón de habitantes de 8,2, muy superior a cualquier otro colectivo. La mayoría de los incendios y explosiones con víctimas mortales que se producen en el hogar ocurren principalmente en los meses de noviembre, diciembre, enero y febrero como consecuencia de descuidos con el tabaco, radiadores, chimeneas y braseros, así como por el uso inadecuado de instalaciones eléctricas. Cantabria, Castilla y León y La Rioja son las Comunidades Autónomas con mayor índice de víctimas mortales. 

Los cuerpos de Bomberos de España realizaron 135.000 intervenciones durante 2011 por incendios, en las que se produjo un 10 por ciento menos de víctimas mortales que en 2010. Entre las causas más frecuentes de incendio con víctimas mortales se encuentra el tabaco, los descuidos con aparatos productores de calor, como radiadores, chimeneas y braseros, así como el mal estado y el uso inadecuado de instalaciones eléctricas.

Estas son algunas de las conclusiones del ‘Estudio de víctimas de incendios en España 2011”, presentado hoy en Madrid, con el objetivo de disponer de información precisa sobre las víctimas de incendios y explosiones y sus circunstancias para desarrollar acciones preventivas. Según este completo informe, en 2011, el número total de víctimas por incendio y explosión fue de 2.510, de las que 2.337 sufrieron lesiones y 173 personas fallecieron. El 40 por ciento de los que perdieron la vida fueron mayores de 65 años, en su mayoría hombres, que fallecieron como consecuencia de un incendio o una explosión originada en el salón o en el dormitorio de la vivienda habitual, durante la noche y en los meses de invierno. La causa más probable de muerte fueron las quemaduras (56 por ciento) y la intoxicación por gases (41 por ciento de los casos).

Antonio Guzmán, Director General del Instituto de Prevención, Salud y Medio Ambiente de FUNDACIÓN MAPFRE, ha destacado que “la sensibilización y concienciación de la población tiene una importancia trascendental para impedir un incendio o, en el peor de los casos, para disminuir sus consecuencias”. Además ha apuntado que en las ciudades de menos de 1.000 habitantes hay cinco veces más riesgo de morir en un incendio que en las grandes poblaciones, de más de medio millón.

Por comunidades autónomas, Cantabria (con 6,7 víctimas mortales por millón de habitantes), Castilla y León (con 6,6) y La Rioja (con 6,2) encabezan el ránking de comunidades con mayor índice de víctimas mortales. Por el contrario, las comunidades con menor tasa de víctimas mortales por millón de habitantes en 2011 fueron Madrid (con 1,2), País Vasco (con 1,4) y Valencia (con 2,5). En esta línea, cabe destacar que España tiene uno de los índices más bajos de muerte por incendio del mundo, algo más de 3,7 muertos por millón de habitantes en 2011, lo que significa que en los últimos 30 años, el índice de fallecidos por millón de habitantes se ha reducido en más de un 50 por ciento a pesar del crecimiento de la población.

Para prevenir un incendio, FUNDACIÓN MAPFRE recomienda a los mayores que no tengan en casa braseros de carbón o leña, velas, ni cocinas de gas, ya que con la edad se pierden facultades y es muy fácil olvidarse de apagarlas. También aconseja no fumar en la vivienda (los cigarrillos mal apagados son unas de las principales causas de incendio cuando hay víctimas mortales), no sobrecargar los enchufes con ladrones, desconectar los aparatos eléctricos después de usarlos y no dejar las cerillas y los mecheros al alcance de los niños.

También hace hincapié en la necesidad de cerrar siempre la llave del gas después de su uso, no situar las estufas cerca de muebles o cortinas ni utilizarlas para secar la ropa y no abandonar una sartén o una olla en el fuego. Además, los expertos recomiendan tener un detector de incendios en el hogar, sobre todo porque es el mejor sistema de alerta cuando se inicia un fuego por la noche, y disponer de una manta apaga fuegos en un lugar visible y cerca de la cocina, así como de un extintor de incendios portátil que se sepa usar adecuadamente.

Estas medidas de prevención han sido facilitadas durante el transcurso de la  inauguración de la VII Semana de la Prevención de Incendios en Alcorcón, Móstoles y Fuenlabrada, que en colaboración con los Ayuntamientos de estas tres localidades y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB), pretende difundir pautas de autoprotección en la sociedad para que los ciudadanos, en especial los más pequeños y los de mayor edad, tomen conciencia de los riesgos de incendio en sus hogares y en su entorno.