En los  últimos doce meses, las ventas en el comercio minorista han disminuido  cerca del 8% según los datos del INE. Por eso la innovación debe ser la  principal vía por la que los pequeños y medianos comerciantes encuentren  solución a la reducción del consumo que afecta a nuestro país.

La recesión económica se ha cebado especialmente con el comercio tradicional, y es que según las cifras que recoge La Caixa en su Anuario Económico de España, en el año 2011 se registraron 763.675 comercios minoristas en nuestro país (incluyendo supermercados y grandes almacenes), cerca de un 20% menos que los calculados en 2006. De hecho, según los últimos datos presentados por el INE el pasado mes de octubre, las ventas en el comercio minorista a precios constantes (sin incluir carburantes) se han reducido casi un 8% en el último año, siendo el de la alimentación el sector menos afectado. Además, el indicador de la confianza económica del último Barómetro del CIS está en su valor más bajo de los últimos 20 años.

Todos aquellos emprendedores, pequeños y medianos comerciantes, que han apostado por esta opción de autoempleo, deben competir ahora con imaginación e innovación para ofrecer nuevas fórmulas de venta. En este sentido, el Grupo Corporalia, consultoría especializada en comunicación y marketing, ha lanzado el Proyecto Comercio. “El objetivo último de este servicio, destinado principalmente a tiendas, es el de incrementar las ventas. Y para conseguirlo buscamos la diferenciación, destacar frente al cliente, basándonos en hacer más atractivo su escaparate, que al final es lo primero que se ve de cualquier tienda”, explica Adrián Blanco, director de expansión de la firma.

En una media aproximada, varios estudios relacionados con la publicidad determinan que una persona que camine frente a un escaparate fija su atención como máximo durante 11 segundos, es decir, que sólo disponemos de ese tiempo para conseguir que esta persona se detenga y se interese por nuestro negocio. Por eso es fundamental renovar y cuidar la imagen del escaparate”, continúa Adrián Blanco. La propuesta de Grupo Corporalia es la de personalizar la fachada de las tiendas con vinilos decorativos, adaptados a cada temporada y campaña: Navidad, rebajas, San Valentín, día de la madre… “con una inversión que se adapta a las posibilidades de cada comercio, desde sólo 29 euros”.

De esta forma la enseña amplía el abanico de servicios disponibles para los franquiciados de su filial Puzzle Rojo, enfocado en este caso a los comercios locales, y que se desarrollará en el futuro en fases posteriores. La finalidad de la marca es completar los servicios plenos que ofrece e ir incorporando otros nuevos a los que ya ofrece, como gestión de marketing, comunicación interna y externa, publicidad, cartelería digital, diseño y creatividad, y gestión comercial.

Puzzle Rojo es el fruto de las inquietudes y el trabajo de un grupo multidisciplinar del mundo del marketing, la comunicación, el diseño, la cartelería digital y la consultoría. La inversión inicial para convertirse en franquiciado es de 15.000 €, incluido el canon de entrada. Dicho canon incluye el curso de formación inicial y todo el equipamiento necesario para comenzar la actividad. No existe royalty de publicidad ni de explotación. El contrato se estipula por una duración de cinco años.