El Índice de Precios al Consumo (IPC) bajó en noviembre en términos interanuales seis décimas, hasta el 2,9%, según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Respecto al mes anterior, los precios cayeron un 0,1%.

Este descenso de la tasa anual de inflación responde sobre todo a la evolución de los productos energéticos y, en menor medida, de los servicios y de los bienes industriales no energéticos.

La inflación subyacente (que excluye productos energéticos y alimentos frescos) disminuyó dos décimas, hasta el 2,3%. Esta desaceleración se debió a la mejor evolución del sector servicios (desde el 2,6% al 2,3%) y de los bienes industriales no energéticos (desde el 2% al 1,7%). Mientras,  la alimentación elaborada se aceleró ligeramente, desde el 3% al 3,1% por la presión alcista de los aceites. 

Dentro de los servicios, las bajadas más significativas se registraron en el turismo y la hostelería (redujo su tasa anual desde el 1,5% de octubre hasta el 1,2% el mes pasado), además de las comunicaciones, especialmente por los servicios telefónicos.

Entre los bienes industriales no energéticos destacó la moderación de los precios de los automóviles, derivada sobre todo del Plan PIVE, en tanto que el vestido y calzado aumentaron una décima, hasta el 0,5%. Los  medicamentos  subieron un 27,5% debido a la notable bajada de precios que tuvo lugar en noviembre de 2011. En el ámbito de la alimentación elaborada, el dato más destacado fue el aumento de los aceites desde el 5,3% de octubre  al 13,2%, si bien otras partidas evolucionaron en sentido contrario (el tabaco pasó del 6,2% al 5,7%).

Los productos energéticos moderaron por segundo mes consecutivo su tasa anual, con una caída de 3,7 puntos, hasta el 7,5%, derivado de la mejora de combustibles y carburantes, que  redujeron su tasa desde el 10,7% de octubre hasta el 5,7% en noviembre. Mientras, los  alimentos frescos aumentaron en seis décimas, hasta el 3,3%, alza que quedó más que compensada por la evolución favorable de los productos energéticos.

En tasa mensual, el descenso del IPC se explica por la notable caída de los precios de los productos energéticos (-2,8%), provocada por el descenso de combustibles y carburantes en un 3,8%. También influyeron los servicios (-0,4%), por la bajada de los viajes organizados (-5,6%), hoteles y otros alojamientos (-6,4%), así como los servicios recreativos y deportivos (-2,3%) y servicios telefónicos (-1,1%).

En sentido contrario, en el mes de noviembre los bienes  industriales no energéticos aumentaron un 1%, como resultado de la subida de carácter estacional del vestido y calzado (5,5% y 4,2%, respectivamente) y, en mucha menor medida, de los medicamentos. También hay que destacar la tasa mensual de 0,6% registrada por la alimentación sin elaborar (las legumbres y hortalizas subieron un 1,6% y el pescado fresco, un 1,3%) y la alimentación elaborada (los aceites subieron un 7,6% sobre el mes anterior).

Por CCAA, las más inflacionistas fueron Cataluña (3,6%), Cantabria (3,5%) e Islas Baleares (3,2%). En el lado contrario se situaron Ceuta (2,3%), Melilla (1,6%), Canarias y Andalucía (ambas con 2,6%).

El INE ha publicado también el IPC armonizado (IPCA) de noviembre, cuya tasa anual se sitúa en el 3%, medio punto menos que la del mes anterior. Al comparar con la tasa anual estimada por Eurostat para el conjunto de la zona euro (2,2%), el diferencial sería desfavorable a España en 0,8 puntos, frente a un punto porcentual del mes anterior.

Por su parte, el IPC a impuestos constantes experimentó un descenso mensual del 0,1%, lo que implica una caída de seis décimas en su tasa anual, hasta 0,9%. Esta reducción respondió principalmente a la energía, cuya tasa anual cayó 3,6 puntos, hasta el 5%. También contribuyeron a esta moderación los bienes industriales no energéticos, cuya tasa pasó del -0,2% al -0,5%; y los servicios, que bajaron dos décimas, hasta el 0,3%. Por el contrario, la alimentación no elaborada subió seis décimas, hasta el 2,3% y la alimentación elaborada se mantuvo en el 1,6%.

El dato del IPC de noviembre es positivo por cuanto rompe la tendencia al alza mostrada desde el mes de julio, intensificada en septiembre por la subida del IVA. Tras el máximo de octubre (3,5%) es previsible una suave y continuada ralentización de los precios en los próximos meses, especialmente a medida que vayan desapareciendo los efectos alcistas provocados por la subida de determinados precios administrados, por las medidas de contención del gasto farmacéutico y los cambios en el IVA.

Las cifras de noviembre confirman la tendencia a una moderación de precios adecuada a la coyuntura que atraviesa la economía española. Estos resultados sientan las bases para una intensificación de las ganancias de competitividad ya observadas en los últimos meses,  que son esenciales como factor impulsor del crecimiento dentro de una unión monetaria. Con ello, se facilita la caída de los costes laborales unitarios y se promueve la competitividad de las exportaciones españolas.